Atentado mortal en vísperas electorales
Los observadores europeos constatan una «quiebra» democrática en el país
Asier VELEZ DE MENDIZABAL | IRUÑEA
Tras visitar Euskal Herria a lo largo de esta semana y conocer de primera mano la situación que se vive en el país, la delegación internacional formada por dieciocho juristas, periodistas, concejales y parlamentarios europeos ha constatado que actualmente los ciudadanos vascos padecen «una violación sistemática de los derechos humanos, individuales y colectivos» así como «una quiebra de la democracia al impedir la participación política de una parte importante de la sociedad».
Los componentes de la delegación internacional visitaron ayer la capital navarra, donde ofrecieron una rueda de prensa a fin de dar a conocer sus conclusiones después de haber visitado en estos días Euskal Herria y haberse entrevistado con diversos agentes políticos, sociales, institucionales y del ámbito de la comunicación. En base a los encuentros mantenidos y lo que han visto a lo largo de esta semana, según los observadores europeos la situación que se vive en Euskal Herria «no es ni mucho menos democrática».
En ese sentido, la diputada en el Bundestag alemán por el partido Die Linke, Ulla Jelpke, que fue la encargada de leer las conclusiones finales, consideró «inaceptable la ilegalización de partidos por motivos políticos que expresan democráticamente sus ideas».
Ante lo que definen como una «alarmante situación», Jelpke emplazó a la Unión Europea a que intervenga en favor de la resolución del conflicto político vasco. «Creemos que la Unión Europea debe tomar parte en la resolución de un conflicto que se desarrolla en dos de sus estados miembros», afirmó la portavoz de la delegación internacional.
Ulla Jelpke también quiso puntualizar que, a juicio de los observadores europeos que han visitado Bizkaia, Gipuzkoa, Araba y Nafarroa a lo largo de esta semana, el conflicto que se vive en esta nación «es un conflicto de naturaleza política» y por lo tanto «debe ser resuelto por la misma vía». Además, la diputada alemana quiso dejar claro que la labor de los componentes de la delegación internacional no termina tras finalizar su visita, ya que «después de concluir nuestra misión elaboraremos un informe sobre las observaciones hechas durante nuestra estancia en el País Vasco».
Asimismo, los observadores quisieron dar cuenta de los pormenores de su visita a Hego Euskal Herria. En ese contexto, la electa en el Consejo de la ciudad sueca de Uppsala por el partido Vanterpairtiet, Janet Scanilla, destacó la presencia de su delegación ayer en el Parlamento de Gasteiz, al tiempo que se congratuló de haber tenido «la posibilidad» de entrevistarse con los grupos parlamentarios de Aralar y Ezker Abertzalea.
Sin respuesta del PP y del PNV
No obstante, la portavoz de la delegación internacional puntualizó que la petición de entrevista fue comunicada «a todos los partidos que forman el abanico parlamentario» de la Cámara de Gasteiz la última semana del mes de febrero. «Algunos grupos, como el PP y el PNV no contestaron, mientras que el grupo socialista se interesó por la composición de la delegación, sin dar más respuesta».
Respecto a EA, Scanilla aclaró que pese a que se había concertado una cita con los portavoces parlamentarios de este grupo, finalmente la reunión no se pudo llevar a cabo «por problemas de horarios y transportes que han afectado el desplazamiento de la delegación».
Además, la electa sueca también informó de que en su visita han recogido datos acerca de «las condenas obtenidas bajo torturas» o «la falta de derechos de los detenidos durante el periodo de incomunicación».
Después de la rueda de prensa que ofrecieron en el Hotel Tres Reyes de la capital navarra, los componentes de la delegación internacional tenían previsto acudir al Ayuntamiento para ser recibidos por los ediles y los portavoces de EAE-ANV en Nafarroa, pero la Policía Municipal, con su jefe Simón Santamaría a la cabeza, impidió que la comitiva de observadores accediera al Consistorio.
En torno a las 13.00, los concejales del partido ekintzale en el Ayuntamiento, Mariné Pueyo y Mikel Gastesi, junto a otros portavoces de la formación y miembros del movimiento pro-amnistía, aguardaban en la plaza del Ayuntamiento la llegada de la delegación internacional cuando fueron abordados por agentes de la Policía española, que los rodearon y les obligaron a identificarse. Los policías trataron de intimidar y amedrentar en todo momento a los allí congregados, e incluso al portavoz del movimiento pro-amnistía en Nafarroa, Iosu Esparza, llegaron a quitarle y requisarle la mochila que portaba. Mientras tanto, desde dentro del edifico consistorial, que se encontraba cerrado, varios agentes municipales observan los acontecimientos junto a su jefe, Simón Santamaría.
Finalmente, hacia la una y veinte, cuando llegaron al lugar los miembros de la delegación, y tras fundirse en abrazos y saludos mutuos, los ediles ekintzales electos entraron al Consistorio para tratar de que los visitantes pudieran acceder a la misma. Sin embargo, y como cabía esperar, los policías no dejaron que los ediles lograran su propósito, por lo que optaron por abandonar el lugar.
A.V.M.
