El periódico que tiene usted entre sus manos publica hoy, de nuevo, varias informaciones relacionadas con la violencia de género. Al parecer, un marido extremadamente atento con su mujer la mantuvo secuestrada durante un tiempo indeterminado en Palma de Mallorca, dejándola salir de casa sólo para comprar el pan. Además, el teléfono 016 de atención a emergencias relacionadas con la violencia de género multiplicó por cinco sus consultas tras el ya conocido como martes negro, jornada en la que fueron asesinadas cuatro mujeres en menos de 24 horas. (...) Creo, sinceramente, que cada día que pasa perdemos 24 horas en poder luchar contra la violencia machista con todas las armas que tenemos a nuestro alcance. El aspecto educativo está abandonado. No se trabaja desde la base para que las próximas generaciones vivan desde la igualdad real. Nuestros políticos no se van a poner de acuerdo en este tema, como no se han puesto de acuerdo en asuntos prioritarios como luchar contra el terrorismo político. Tal vez porque nadie ha reparado en las cifras totales del desgraciado fenómeno del machismo. O porque la propia intimidad que acompaña a toda agresión de este tipo coarta la toma de posición externa. El caso es que si la sociedad no ve que cuando muere apuñalada una mujer todos nosotros somos un poco responsables, las soluciones no llegarán con la emergencia necesaria. Cada uno de nosotros, en su ámbito de influencia, debe exigir la igualdad real como algo positivo. Y a diario.do a este tipo de cosas.