«Los ecuatorianos pueden dormir tranquilos, nuestros hermanos colombianos pueden dormir tranquilos, los venezolanos, los nicaragüenses, América Latina y el mundo entero «pueden dormir tanquilos», aseguró Rafael Correa a su regreso a Ecuador desde Santo Domingo, donde el viernes se dio por zanjada la crisis diplomática entre su país, Venezuela y Nicaragua, por una parte, y Colombia, por otra.

En la cumbre del Grupo de Río celebrada en Santo Domingo el viernes, el conflicto se saldó al pedir disculpas el presidente de Colombia, Álvaro Uribe, y asegurar que nunca se producirá fuera de su país un ataque como el que pasado 1 de marzo se saldó con la muerte de 22 guerrilleros de las FARC en Ecuador. Además, Uribe se comprometió a «desmontar las barbaridades» con las que trató de justificar la agresión, cuando acusó a Correa de haber recibido financiación de las FARC en su campaña.

«Es la primera vez en la historia que a nuestro país no se le despedaza en la mesa de negociaciones, porque con una postura firme y digna de todos los ecuatorianos, no de Rafael Correa o un Gobierno, hemos hecho respetar los derechos del país», recalcó el mandatario ecuatoriano a su llegada al aeropuerto de Quito.

A su juicio, «América Latina también está feliz, porque se ha demostrado que pueden prevalecer los principios y, tal vez, éste es el inicio de una nueva forma de diplomacia, que no trata de contentar a todos, que no hace obedecer con razones de fuerza dejando en un plano secundario justicia, principios y convicciones».

Correa, que reiteró un llamamiento a las FARC para que procedan a la «liberación inmediata» de los rehenes, animó a los pueblos de América Latina a buscar ahora «esa gran nación latinoamericana con la que el libertador Simón Bolívar soñó y con la que también soñamos».

Tiempo

Horas después, durante su discurso radial semanal, el presidente ecuatoriano aseguró que su país se tomará su tiempo para restablecer las relaciones diplomáticas con Colombia. «Hablaremos sobre la renovación de las relaciones diplomáticas. Haremos un calendario. Va a tomar su tiempo», indicó Correa, quien reveló que se coordinará con la diplomacia venezolana para decidir sobre el momento en que se ordenará la vuelta de los embajadores a Bogotá. «Recuerden que Venezuela también retiró su embajador, y nosotros no somos desleales», agregó el mandatario.