Lemas por la erradicación de la violencia machista y contra la todavía flagrante desigualdad existente entre hombres y mujeres, en particular en el ámbito laboral, ocuparon ayer las reivindicaciones centrales de manifestaciones y movilizaciones celebradas en todo el mundo con ocasión del Día Internacional de la Mujer.

La violencia de género, el reconocimiento del derecho al aborto o la falta de mujeres en cargos de responsabilidad fueron los mensajes más repetidos en las movilizaciones habidas en Europa.

En Polonia, donde la intervención voluntaria del embarazo está prohibida desde el año 2000, varios centenares de manifestantes salieron a las calles de Varsovia para reclamar el derecho al aborto.

En Roma, donde esta cuestión enfrenta a los partidos inmersos en la pugna electoral ante las legislativas del 13 y 14 de abril, se habían anunciado dos actos con mensajes contrapuestos. Mientras sindicatos y organizaciones feministas marcharon por los derechos de las mujeres y en particular por el derecho al aborto, otra manifestación llevó el lema «aborto no, gracias».

Las declaraciones de solidaridad con Ingrid Betancourt, en poder de las FARC, también estuvieron presentes en algunas movilizaciones.

En el Estado francés, donde su presidente, Nicolas Sarkozy, anunció sanciones a empresas que no apliquen la igualdad salarial, los comités de apoyo a Ingrid Bentacourt organizaron actos en varios puntos. Además, las once mujeres del Ejecutivo han grabado mensajes de apoyo a la propia Ingrid Betancourt y a las otras personas capturadas por la guerrilla colombiana.

En el Estado español la jornada, centrada en la reivindicación del aborto, quedó eclipsada por la jornada de reflexión. La profesora de Sociología de la UNED en Madrid Josune Aguinaga señaló en Ceuta que el porcentaje de mujeres inmigrantes que denuncian malos tratos de sus parejas aumenta, y destacó los beneficios de la Ley de Igualdad. «Cuando llegaron no se atrevían a hacerlo y conforme se adaptan a la sociedad empiezan a denunciar, por lo que han crecido más sus denuncias que las de mujeres autóctonas», añadió.

Prohibiciones

Al igual que ocurriera en Nafarroa, 300 personas se concentraron en la plaza de España de Palma de Mallorca, sin gritar consignas ni exhibir pancartas, pese a la prohibición del acto por parte de la Junta Electoral. La Policía española identificó a parte de las congregadas.

Charo López, portavoz de la plataforma del 8 de Marzo, manifestó que una docena de personas deberán declarar mañana en una comisaría de Policía de Sevilla, tras haberse presentado en el Juzgado de Instrucción número dieciocho 365 autoinculpaciones por haber abortado o ayudado a ello.

Nermin Ozman, ministra iraquí de Asuntos de la Mujer, llamó a poner fin a la violencia contra las mujeres y a mejorar la precaria situación en la que viven. «Instamos a que se haga frente al asesinato y el terror que sufren las mujeres en Irak, especialmente en las provincias de Basora, Diyala y Mosul», recalcó la ministra.

Cientos de prostitutas de la región india sureña de Tamil Nadu se reunieron en la ciudad de Chennai. «Como mujeres, tenemos los mismos sentimientos que cualquier otra persona. Este día nos ayuda para entender nuestra responsabilidad de concienciar a otras mujeres en la prevención del sida», declaró una portavoz. Las prostitutas llegaron a Chennai a propuesta de la Iniciativa de Tamil Nadu Contra el Sida.

Uno de los actos más significativos del día, fue el protagonizado por unas 1.000 mujeres de la ciudad afgana de Kandahar, que celebraron el 8 de marzo después de varias décadas. «Aunque las mujeres queríamos manifestarnos por la ciudad y defender nuestros derechos, las fuerzas de seguridad nos lo impidieron», aseguró Mahsooma Noori, de la Asociación de Mujeres de Kandahar.

Por otro lado, organismos de la ONU en Colombia recordaron que la mayoría de las víctimas del conflicto colombiano son mujeres y niñas, muchas de ellas convertidas en jefes de familia, y pidieron la reparación por el daño que han sufrido.

Miles de mujeres demandaron, en Guatemala, el fin de la violencia, la impunidad y la discriminación y reclamaron, en Honduras, el esclarecimiento de los feminicidios, respeto para sus derechos y mejores condiciones de trabajo y, en El Salvador, «una mayor atención a la violencia que sufren».

La Fundación Mujeres en Igualdad presentó recientemente una carta a la presidenta de Argentina, Cristina Fernández, en la que reclama una «política de Estado con alcance nacional» contra la violencia de género.

En Paraguay organizaciones civiles y sindicales protestaron ante el Panteón Nacional de los Héroes en Asunción para exigir mayor acceso a la salud materno-infantil y el combate contra la violencia doméstica.

Ayer se supo que Túnez ha iniciado el proceso de adhesión al protocolo adicional al convenio internacional sobre la eliminación de toda forma de discriminación de la mujer.