«Estoy en un grado de madurez que me ha ayudado con este reto»
Sopela, 1971. Dio los primeros pasos en el Ugeraga de su pueblo antes de pasar a la cantera del Sporting de Gijón. De Asturias a La Rioja, donde jugó en el Logroñés antes de volver a Euskal Herria. Aquí se fajó en Bermeo, Alavés y Barakaldo hasta que le llegó la opción de ir al Cádiz. En «La tacita de plata» ha pasado 10 años antes de cumplir su sueño de jugar en el Athletic debido a la lesión sufrida por Iraizoz.
Su experiencia le permite tener las cosas claras. A sus 37 años, Armando Ribeiro las ha visto de todos los colores en el fútbol modesto y ahora, en su madurez, disfruta junto a su familia del sueño de su vida: jugar en el Athletic.
Cuando llegó, comentó que sus hijos ya podrían decir en que su aita ha jugado en el Athletic. Ahora supongo que no pisaran suelo.
Están muy pendientes de lo que ocurre, están muy contentos y eso es algo que me hace mucha ilusión. Pero lo más importante no es que en la familia estemos contentos, sino que el equipo está puntuando, que poco a poco estamos saliendo de abajo y que estamos cerca de conseguir la permanencia.
Ha estado en Mareo, el Logroñés, Bermeo, Barakaldo, Alavés y en Cádiz. Ahora que está disfrutando en el Athletic, echa la mirada atrás y ¿qué valoración hace de su carrera?
Muy positiva. Estoy muy satisfecho de mi trayectoria, cada equipo en el que he estado, cada temporada que he jugado- haya sido buena o mala- me ha ayudado a madurar, mejorar e intentar superarme día a día.
Unos completan su vida deportiva siempre en el mismo club y en Primera, mientras que otros dan muchas más vueltas y tienen que buscarse el pan fuera de casa, como ha sido mi caso. A pesar de ello, estoy contento porque he aprendido un montón, he madurado, he visto lo que es la competición y he podido vivir y vivo del fútbol. Ahora mismo, por ejemplo, estoy en un grado de madurez que me ha ayudado a afrontar el reto de ser el portero del Athletic.
Usted es el mayor, pero no deja de ser parte de un grupo de jugadores que, como dice, «se ha ganado el pan fuera». Caso de Koikili, Aduriz o Iraizoz, gente que ha tenido que trabajar muy duro para estar donde está.
Seguramente nosotros valoramos un montón la situación en la que estamos ahora. A mí me hubiera encantado haber hecho carrera en Lezama, no haber salido de casa y disfrutar de haber jugado en el Athletic desde pequeño. Así, cuando uno ve al equipo de su tierra a distancia o por televisión y al final consigue estar en él, como le ocurre a esos compañeros que tú has citado, se valora tremendamente el poder disfrutar con ello.
En el plano colectivo, en los seis partidos que usted ha jugado el equipo ha ganado tres. Perdieron contra el Villarreal pero, dentro de la irregularidad que está marcando el año, gozan ya colchón de cuatro puntos.
Sí, anteriormente yo no he podido seguir mucho al equipo, pero en los seis partidos que he jugado lo he visto bien. Somos un rival muy difícil de batir y que ha sacado puntos frente a contrarios importantes. Es cierto que hemos perdido ante el Villarreal, pero para mí es un equipo que está en mejor de forma que el Madrid o el Barcelona.
Tenemos que ser conscientes de que hay equipos con más presupuesto y jugadores de gran calidad, pero salvó el Villarreal en el segundo tiempo nadie ha sido netamente superior a nosotros. Somos un rival difícil, que trabaja una enormidad, que alternamos jugadores de mucha calidad con otros de casta y que tenemos la ilusión de poner al Athletic lo más alto posible a final de año. Yo tengo buenas sensaciones.
No le conocíamos y ha sorprendido ver la intensidad con la que vive los partidos, algo para lo que lleva un ritual muy particular.
Yo creo que todo el mundo tiene sus cositas. Cada jugador tiene una manera de concentrarse, aunque está claro que los porteros tenemos una posición diferente y debemos abstraernos un poco de todo.
Me gusta concentrarme escuchando música- hip-hop, rock o algo que me suba la adrenalina- para estar lo más enchufado posible. Durante mi carrera siempre he vivido los partidos con mucha intensidad. Es algo que te ayuda a no distraerte con nada y estar atento a cada jugada, porque en cualquier momento te pueden hacer un siete.
Es veterano, pero no mayor que algunos porteros como Lehmann o Van der Sar. A esas edades, ¿qué es más importante, tener la mente fresca o el físico bien?
Yo creo que ambas partes tienen la misma importancia. Tú puedes estar perfectamente en lo físico, pero sin estar limpio de mente no puedes estar bien y, al revés, igual. Hay que estar bien de las dos facetas, estas en la élite, te la juegas cada domingo, tienes que estar muy fresco, muy limpio y en forma.
Tiene contrato con el Athletic hasta el 30 de junio y sé que prefiere mirar al día a día, pero ¿qué expectativas tiene Armando para el futuro cercano en el fútbol?
Siempre miro el día a día, porque uno no puede pensar en lo que no tiene. Disfruto de la actualidad, pienso en entrenar, estar en forma, que mis compañeros confíen en mí y que eso sea algo que les pueda transmitir en los partidos. Lo que pase a partir de junio no me interesa.
Eso sí, lo que tengo claro es que voy a seguir jugando a fútbol, seguro. Yo quiero seguir en activo sí o sí. ¿Dónde? No tengo ni idea, pero ahora mismo no me importa ni interesa saberlo, ya que en estos momentos lo único que me interesa es ganar al Betis.
Beñat ZARRABEITIA