Baltasar Garzón ha impedido que la concejal de EAE-ANV en el Ayuntamiento de la localidad vizcaína de Ubide Ane Ajuria sea sustituida por la compañera que le sucedía en las listas, Amaia Artetxe, argumentando que la suspensión de actividades que afecta al partido ekintzale impide llevar a cabo incluso ese movimiento.

El magistrado de la Audiencia Nacional española tomó esta decisión a instancias de la Junta Electoral Central, que a la vez fue informada de este hecho por el alcalde del municipio, el jeltzale José Antonio Bengoa.

En el auto dictado ayer por Garzón, el titular del Juzgado de Instrucción número 5 del tribunal especial comunica a la Junta Electoral Central que resulta «imposible» la expedición de la credencial de concejal para Artetxe o «cualquier otro» miembro de la formación ekintzale al considerar que esto supondría que EAE-ANV estaría llevando a cabo una actividad, algo que el propio Garzón prohibió el pasado 8 de febrero.

Garzón admite que la suspensión del partido no afecta a los electos «como personas individuales y titulares de los escaños o puestos en las instituciones que puedan tener». Sin embargo, cree que resulta «evidente» que «cualquier alteración posterior de una corporación por dimisión, renuncia u otra causa del titular del escaño exige para su sustitución por otra persona de la candidatura una decisión del partido al que corresponde la lista, en este caso ANV».

Comisión rogatoria

El propio Baltasar Garzón fue quien decretó la víspera que una comisión rogatoria interrogue a nueve personas en el Estado francés y belga, al considerar que pueden estar vinculadas con los fondos de EHAK y ANV. Esta decisión fue denunciada ayer por Batasuna, que censuró el intento de obstaculizar la actuación policial del juez especial español, «incluso saliendo fuera de las fronteras del Estado español».

Ante este intento de interrogar a nueve militantes de la izquierda abertzale, Batasuna responde que «las vías represivas son infructuosas». Apostilla en el comunicado que «es hora de abandonar todos esos caminos y de poner en marcha medidas políticas para resolver el conflicto político en Euskal Herria. Para eso, el primer paso sería reconocer y aceptar a Euskal He- rria», concluye.