Cuarenta años de la masacre de My Lai, símbolo de la crueldad en Vietnam
Hace 40 años que se produjo la masacre de My Lai, en la que el Ejército de EEUU mató a entre 347 y 504 civiles vietnamitas tras ocupar y quemar su aldea. Pese a que ésta no era una práctica inhabitual por parte de los soldados estadounidenses, la masacre de My Lai pudo romper el cerco informativo establecido por los militares y se convirtió en uno de los argumentos de quienes se oponían a la guerra de Vietnam.
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Hace 40 años, el 16 de marzo de 1968, entre 347 y 504 civiles vietnamitas, la mayoría de ellos mujeres y niños, morían como consecuencia de la mayor masacre cometida por el Ejército de EEUU durante la guerra que asoló el país asiático.
La de My Lai estaba planteada como una de tantas operaciones de «búsqueda y captura» de EEUU contra los guerrilleros comunistas del Viet Cong en la región de Son My.
A la sección del teniente William Cally le fue asignada la zona de My Lai. A lo largo de cuatro horas, Cally y sus hombres violaron a las mujeres y a las niñas, mataron al ganado y arrasaron y quemaron el poblado. Para terminar, Cally ordenó reunir a los supervivientes en una acequia y allí les acribillaron a balazos.
La versión oficial del Ejército de EEUU fue que hubo 128 combatientes del Viet Cong muertos junto a 22 civiles, después de un arduo combate. «La Infantería mata a 128 comunistas tras un sangriento día de combate», tituló la revista «Stars and Stripes (Barras y Estrellas)», publicada por el Ejército de Washington.
La de My Lai no fue el único atentado contra la población civil vietnamita que llevó a cabo el Ejército de EEUU, pero sí fue uno de los pocos que pudo romper el cerco informativo -al que contribuyó Colin Powell, quien posteriormente sería secretario de Estado- y se convirtió en una de las bazas de quienes se oponían a la invasión estadounidense del país asiático.
Práctica habitual
En cualquier caso, sucesos como los de My Lai se produjeron por el sistema que el Ejército de EEUU mantuvo en Vietnam. En una guerra sin frentes definidos ni posiciones que tomar, la cuantificación de bajas del enemigo se empleaba como indicador del avance militar.
De este modo, en los partes de baja se incluían a civiles como si fueran guerrilleros en un intento de demostrar que la guerra «iba bien». Quienes más mataban eran recompensados.
Aunque el teniente Cally fue juzgado y condenado a cadena perpetua por los actos de My Lai, su pena fue conmutada poco después por el presidente Richard Nixon.