El batacazo electoral sufrido hace una semana ha encendido todas las alarmas en el PNV, que tras varias reuniones de su órgano ejecutivo y asambleas locales, ayer reunió en Bilbo la Asamblea Nacional del partido. Ante decenas de afiliados, el presidente jeltzale, Iñigo Urkullu, reconoció «los malos resultados electorales» y aseguró que «el Partido Nacionalista Vasco ha tomado buena nota y ha entendido el mensaje que el electorado vasco ha emitido».

En su intervención, tras disertar sobre la evolución de la sociedad y su «consecuencia natural en los comportamientos de voto de la ciudadanía», y lamentar que el PNV «no ha sabido entender y adaptarse, en toda su intensidad, a esta evolución, Urkullu anunció «el inicio de un nuevo tiempo».

Euskadi 2020

«De nada sirve todo lo anterior si no nos planteamos metas, retos y objetivos. También los vinculados al modelo de país, al modelo social, económico y cultural que tenemos y queremos» manifestó el burukide, antes de explicar que «la Asamblea Nacional de EAJ-PNV ha decidido iniciar hoy la concreción de los proyectos contemplados en nuestro modelo de país propuesto en las ponencias y documentos programáticos sectoriales», es decir, «sobre los objetivos, programas, proyectos, que dentro de 10 años deben ser los que sigan identificando a Euskadi a la cabeza de los países desarrollados».

Para el PNV, «tenemos capacidad política y también capacidad y experiencia institucional para proponerlos y desarrollarlos. Saldremos fuera y estudiaremos y aprenderemos de otros modelos, pero también, y sobre todo, contrastaremos y compartiremos todas estas iniciativas con la sociedad vasca». Dicho esto, definió el mensaje principal que quería trasladar a los presentes, y explicó que «nuestro compromiso es que en primavera de este año tendremos preparado y presentaremos un nuevo contrato renovado con esta sociedad, que llevará como nombre `Euskadi 2020'».

Estas palabras tuvieron un inmediato eco en agencias y medios de difusión, que dieron cuenta de la novedosa iniciativa. Lo cierto, sin embargo, es que Urkullu había anunciado meses antes algo que sonaba mucho a lo mismo.

Fue en la intervención realizada durante su investidura como presidente del PNV el 2 de diciembre de 2007, en el Palacio Euskalduna.

Plan Euzkadi 2025

En aquel discurso, en un apartado titulado «Un nuevo contrato social», el líder jeltzale valoraba como «apremiante» que «los vascos alcancemos un común denominador, un programa común entre partidos políticos, consecuencia de un Nuevo Contrato Social entre ciudadanos». «El `Plan Euzkadi 2025' supondría un catálogo de compromisos y actuaciones inmediatas y mediatas en orden a la mejor ubicación de nuestro país en el orden globalizado», señalaba.

Entonces, Urkullu concretaba algo más sus intenciones y citaba, dentro de los «compromisos compartidos de ese nuevo contrato social entre vascos y vascas», elementos como las infraestructuras, la innovación, conocimiento, tecnología, formación profesional, idiomas, Universidad, desarrollo del Territorio -«nuestro bien más escaso»-, políticas de sostenibilidad y medio ambiente -«nuestro segundo bien más escaso»-, políticas demográficas -«población joven, nuestro tercer bien más escaso»-, y la «recuperación y uso de nuestro acervo lingüístico-cultural». Ayer, tres meses y medio después de esta intervención, y a apenas seis días de las elecciones, el presidente del PNV desempolvaba esta idea ante sus afiliados y cargos públicos.

«Disposición al acuerdo»

Más allá del anuncio, Urkullu consideró que «para que todas estas propuestas tengan un desarrollo completo necesitan de un marco estable que hemos de proporcionárselo los representantes políticos, tanto de Euskadi como de España». «Los nuevos tiempos exigen nuevas herramientas» agregó, para considerar a renglón seguido que «el actual estatus no es suficiente porque no garantiza a los ciudadanos y ciudadanas las respuestas necesarias en el contexto europeo occidental del siglo XXI».

En este sentido, el PNV opina que los resultados del 9-M, «aun cuando de unas elecciones generales de trata o precisamente por ello, nos indican que los ciudadanos y ciudadanas demandan de los partidos, también en lo relativo al ámbito político-institucional, la voluntad de acuerdo». Siguiendo a esta reflexión, Urkullu reiteró, en nombre de su partido, y «a pesar de las manifestaciones de Rodríguez Zapatero», su «voluntad y disposición a llegar a un acuerdo que fije el cauce y siente las bases de futuro para la satisfacción de toda una nueva generación y el conjunto de la sociedad vasca reconocida en la Euskadi 2020 en un nuevo ámbito de relación jurídico-político».

«No pedimos a nadie que renuncie a sus ideas ni nosotros vamos a renunciar a las nuestras. En este país hubo un acuerdo hace ya 30 años. Hoy hay, nuevamente, una oportunidad para un nuevo acuerdo», concluye su reflexión el PNV antes de hacer un llamamiento a «superar el bloqueo».

Y es que, el documento al que dio lectura el presidente del PNV sostiene que con los resultados del 9-M «la sociedad vasca nos vuelve a decir que no quiere frentismos, ni confrontación, y lo que reclama de los partidos políticos es, por encima de cualquier consideración, la transparencia, la claridad de los planteamientos y, sobre todo, la voluntad de acuerdo político», algo en lo que reconocen «tenemos mucho que mejorar».