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Los sorianos ya parecen inalcanzables

El Numancia festeja su ascenso a falta de trece jornadas

Un gol de Del Pino en el último minuto hizo justicia con la superioridad de un líder que controló en casi todo momento el partido. La Real no creó ocasiones claras ante el gran planteamiento de Arkonada.

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REAL SOCIEDAD 0

NUMANCIA 1

Joseba ITURRIA | DONOSTIA

La euforia que se desató en el equipo y en la afición del Numancia tras el triunfo evidencian que un modesto club de 4,5 millones de presupuesto y una pequeña ciudad de 30.000 habitantes se ven ya en Primera a falta de trece jornadas. La Real queda a doce puntos más el average, el Sporting a trece tras su empate de Ferrol y aunque la diferencia fuera de la mitad parecería imposible que el Numancia no suba tras verle jugar ayer.

Es verdad que tampoco dispuso de opciones claras de gol, pero fue muy superior en el juego y en el control del partido. Logró que la Real no las tuviera y se conformaba con la igualada cuando encontró el premio a su dominio en una jugada en la que Rafa Jordá supo dejar el enésimo balón aéreo que ganaba a Del Pino para que marcara.

Uno siente verdadera envidia del Numancia, un club con un presupuesto que no llega a la sexta parte del realista, poco más de lo que Badiola dice que se ha comprometido a pagar en los fichajes de invierno. Pero tiene un equipo muy bien trabajado que demostró que es el mejor de Segunda sin discusión.

Un club ejemplar

Y siente envidia no ahora que están casi en Primera, sino desde que en la primera vuelta tuvo la opción de hablar con presidente, entrenador, jugadores, empleados y aficionados y comprobar que todos tienen claro lo que son y lo que deben hacer. Y no se salen un milímetro de su camino. Una coherencia que uno echa de menos en la Real. A nadie se le ocurrió decir en invierno en Soria que debían invertir en un delantero de calidad para asegurar los mayores ingresos que hay en Primera. Su objetivo era... Imanol Agirretxe.

A Arkonada le dijeron al llegar que tenía una base de dieciocho jugadores con contrato y sólo podía traer a cuatro sin gastarse nada en ellos. Cogió un equipo hecho, con una idea clara y el donostiarra le ha dado ese punto de trabajo hasta convertirlo en el mejor de la categoría.

Con una columna vertebral muy experimentada con Palacios, Boris, Nagore, Felipe y Julio Álvarez, jugadores desechados en otras plazas, sabe siempre lo que debe hacer. Están concentrados, no pierden el sitio y en ataque combinaron con una facilidad pasmosa. Con esas claves tuvieron siempre el partido controlado para el objetivo que se marcaban de no perder y, sin arriesgar nada para buscar la victoria, la encontraron al final.

Volvió a resultar clave, como ante el Xerez, la facilidad con la que el rival movió el balón en el centro del campo. Los dos pivotes realistas están en inferioridad numérica con tres rivales y jugaron demasiado atrás para cubrir a un jugador peligroso como Julio Álvarez. Los dos delanteros no presionaron bien, con lo que se creó un espacio en el que Felipe y Nagore aparecían siempre para jugar el balón con facilidad sin ser presionados.

Los sorianos acapararon la posesión de balón sin asumir riesgos. Los dos laterales no pasaron del centro del campo nunca, los dos pivotes siempre mantenían la posición. Y, sin balón y sin espacios, los blanquiazules apenas pudieron mostrar su mayor calidad. Sólo se puede rescatar una buena jugada entre Martí y Nacho que Víctor no pudo culminar. No se aprovecharon los corners y la cantidad de faltas de las que dispusieron, el Numancia las defendía muy bien e incluso salía a la contra en ellas, y así parecía que no se iba a poder evitar el empate cuando llegó una derrota con la que no hay que dramatizar.

En la sala de prensa se culpaba a Eizmendi, pero no se perdió por él, sino porque el Numancia es mejor equipo y lo ha demostrado todo el año porque lleva años en el camino acertado mientras la Real lo abandona cada vez que lo retoma. Y pese a todo, no hay razón para el pesimismo porque esta Real sí es mejor que el Sporting y hay que tener confianza de cara al sábado.

Eizmendi señaló que su equipo no mereció la derrota y Arkonada ve ya la Primera cercana

Joserra Eizmendi declaró que «el equipo lo ha dado todo y es para estar contento y orgulloso. El resultado es negativo, pero me quedo con la actitud de los jugadores. Nos ha faltado el gol y ha sobrado el que han metido ellos. Es un gran equipo, el líder, y sólo ha perdido un partido fuera, pero no hemos sido merecedores de la derrota».

Sobre la importancia del partido del sábado en Gijón, dijo que «necesitamos una serie de puntos que debemos sacar en trece partidos. No tiene por qué ser el próximo sábado, pero ojalá sea así». Se le criticó la tardanza en sus cambios y respondió que «después de la derrota todo se puede teorizar o justificar y si ganas todo es fácil. El gol ha venido en una jugada aislada tras rechaces, pero el juego del equipo ha sido como para haber empatado o algo más».

Gonzalo Arkonada destacó que «la Real tiene mucha pegada y hemos sabido neutralizar su juego ofensivo y hemos acertado a llevar el partido siempre a lo que nos convenía para que sus puntas tuvieran que trabajar mucho, salvo entre los minutos 15 y 30 del segundo tiempo, cuando el partido estaba abierto y lo pasamos mal. La Real cuando nos ha hecho daño ha sido con espacios con la velocidad de sus hombres».

Preguntado sobre si se acaricia ya el ascenso dijo que «por la euforia que se ha desatado hoy, da la sensación de que el equipo se lo cree. Llevamos trece puntos a falta de trece partidos, estamos cada vez más cerca, pero hay que tener los pies en el suelo todavía».

J. ITURRIA

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