Juanlu Olaran Sustatxa y Tasio Olabarrieta Goiri Talaia-Lemoiz
Cala de Basordas, la historia interminable
Otra vez se repite la historia de la imposición, otra vez se mezclan los intereses del sector energético. Y, ¿cómo no?, aquí vuelven a converger y a aparecer unidos los intereses del PNV e Iberdrola
En las jornadas realizadas en enero del 2008, correspondientes al pasado, presente y futuro de dichas instalaciones, así como de los terrenos anexos, recorrimos la Historia interminable de este paraje
Lemoiz como referente histórico de la lucha popular que paralizó la central nuclear de Basordas e indujo al parón del salvaje plan nuclear para el conjunto de Euskal Herria. La paralización fue un logro del resultado de una costosa lucha con pérdidas de vidas humanas, heridos, represión y años (cientos) de cárcel.
Asimismo constatamos con datos oficiales del Gobierno vasco las actuales posibilidades de producción y consumo energético, siendo en la actualidad (en el 2008) la estimación de producción un 168 % superior al consumo. Este dato nos ratifica que ni actualmente ni a corto-medio plazo es necesaria ninguna central térmica. También interiorizamos la experiencia positiva de un colectivo que después de un modélico enfrentamiento popular contra la imposición hoy en día padece la amargura de la Central Térmica de Boroa. Y además intercambiamos datos y puntos de vista sobre el pago en las facturas eléctricas del impuesto-canon de la moratoria nuclear que a día de hoy seguimos aportando a los beneficios de Iberdrola, sin ninguna auditoría al respecto.
Además de todo ello, se comentó la situación actual de las instalaciones y su entorno, así como las posibles variantes y alternativas:
a) Dejarlo como está actualmente, con lo cual continuaríamos con la incertidumbre real y la posibilidad de un proyecto energético.
b) Su demolición total y efectiva, con la desaparición de las instalaciones bajo el nivel del mar.
c) Considerar un proyecto popular, capaz de rescatar la cala de Basordas y su entorno como uso público, para gozo y disfrute de todas las personas.
Pero, como siempre, al final despertamos y tropezamos con la triste realidad, con un nuevo proyecto energético, con una central térmica promovida por Iberdrola (según el Sr. Ignacio Sánchez Galán, presidente) y consensuado con una piscifactoría, ésta promovida por el Departamento de Agricultura y Pesca del Gobierno Vasco.
Otra vez se repite la historia de la imposición, otra vez se mezclan los intereses del sector energético (el cual es un sector altamente estratégico y de negocio; detrás de las fuentes generadoras de energía se encuentran el poder y el control tanto económico como político). Y, ¿cómo no?, aquí vuelven a converger y a aparecer unidos los intereses del PNV e Iberdrola; lo decimos y lo confirmamos porque ambos han estado en Madrid en la Dirección de Política Energética para apoyar, promover y consensuar el apoyo del Estado al proyecto de una central térmica; eso sí, junto a una planta de acuicultura (piscifactoría «compatible» con la central térmica).
¿Por qué de nuevo quieren imponer un proyecto energético en la cala de Basordas?, ¿por venganza? Esta intención provocadora desea ahondar en el escarmiento, en la humillación o, quizás, en la revancha.
Desde la Plataforma Talaia de Lemoiz le solicitamos al EBB del PNV que no escuche a los ciegos de inteligencia, que no se deje arrastrar por el negocio y por los especuladores del kilovatio. Aún estamos a tiempo; así, le sugerimos que no apoye el proyecto de la central térmica.
De la misma manera solicitamos de Iberdrola, como acto de buena voluntad, el desmantelamiento de las líneas de alta tensión (torres de distribución) que van desde Basordas hasta Gatika, la renuncia a los derechos de concesión y la devolución de los terrenos originales a sus originales propietarios.
Con estas peticiones-sugerencias y su posible aceptación, podría iniciarse una nueva fase ilusionante para diseñar entre todos un proyecto de espacio para uso público, utilizando la inteligencia, buscando el consenso social, con una propuesta ecológica, innovadora, sorprendente, simbólica y propia de la Euskal Herria del siglo XXI.