Rafael Azcona, uno de los guionistas más prestigiosos del cine español, con títulos como «El verdugo» o «La escopeta nacional» en su haber, murió el lunes en Madrid a los 81 años, aunque, su familia, por expreso deseo del fallecido, no dio a conocer la notica hasta ayer, después de que el cuerpo hubiera sido incinerado en la intimidad tras una ceremonia civil.

Azkona, quien padecía cáncer de pulmón, había nacido en Logroño, que inspiró sus primeros trabajos. En 1951 se estableció en Madrid donde, recordaba, empezó a escribir «cosas divertidas sobre cosas tristes» y fue colaborador asiduo de «La Codorniz», revista para la que creó al «repelente niño Vicente», cuyas aventuras rescataría años después en un volumen.

El autor de novelas como «Pobre, paralítico y muerto» o «Los ilusos» descubrió un día que era «más fácil» escribir guiones. Así se embarcó en la nave de celuloide, de la mano de Marco Ferreri, con quien hizo la película «El pisito» (1959), a la que siguieron, también con el director italiano, «El cochecito», «Contrasexo» y «Marcha nupcial», entre otros títulos.

De su colaboración con Luis García Berlanga son los guiones de películas como «Plácido» (1961), «El verdugo» (1963), «Las pirañas» (1967) y «La escopeta nacional» (1978).

Un centenar de guiones

Azcona trabajó con otros muchos realizadores: Carlos Saura («Pippermint Frappé», «La prima Angélica», «¡Ay, Carmela!»), José María Forqué («El ojo del huracán»), Víctor Erice («Los desafíos»), José Luis García Sánchez («Tirano Banderas», «Siempre hay un camino a la derecha»), José Luis Cuerda («El bosque animado»), Alberto Latuada («El poder de la mafia»), Luigi Polidoro («Una esposa americana») y Fernando Trueba («El año de las luces», «Belle époque»).

También trabajó para la pequeña pantaña, en series como «Los desastres de la guerra»

El guionista fallecido estaba en posesión del Premio Nacional de Cinematografía español y otros muchos galardones, entre ellos, seis Goya por su trabajo en distintas películas, además de uno honorífico. Su currículum incluye, asimismo, el galardón francés Midi Pyrenées y los italianos Ennio Flaiano y Europa Cine. También ha recibido el premio Max por la adaptación teatral de «El verdugo». En realidad, Azcona fue siempre un enamorado de la escena y, en ese ámbito, destaca la versión del «Quijote» que hizo con ocasión de la Expo de Sevilla.