Había mucha expectación por conocer cual era el resultado de la revisión oftalmológica a la que fue sometido ayer Armando Ribeiro en el Hospital de Cruces. El meta rojiblanco pasó consulta con la doctora Fernández de Aldai y los datos de la exploración de su ojo arrojaron una «evolución normal de su contusión ocular». Así, el portero de Sopela se reincorporará hoy a los entrenamientos junto al resto de sus compañeros.

Por el momento, es una incógnita conocer si el vizcaino se pondrá bajo los palos el próximo domingo en el Estadio Colombino de Huelva, ya que el sopeloztarra volverá a ser explorado el próximo martes 1 de abril según informaron los servicios médicos del Athletic.

Han transcurrido ya 10 días desde que el guardameta rojiblanco fuera agredido en Sevilla y todavía se desconoce si será de la partida en el próximo compromiso de su equipo. A priori, vista la nota emitida por los galenos ayer, la lógica hace pensar que sí, pero teniendo en cuenta que el ojo es una de las partes más delicadas del cuerpo las dudas persisten.

La situación física de Armando se conoció apenas 48 horas antes de que el Comité de Apelación decida respecto a los recursos del Betis. Los verdiblancos prosiguen su campaña para que los 20 minutos restantes del choque que les enfrentó al Athletic, postulándose como principales damnificados de una agresión ocurrida en su campa, con el agravante de la reincidencia y que pudo dañar seriamente el ojo del portero del equipo rival, un conjunto que por cierto iba por delante en el marcador.

La lógica indica que la sanción al equipo bético se debe mantener. Hay que tener en cuenta que los andaluces podrían jugar los dos partidos de sanción a su campo en el Olímpico de la Cartuja, un estadio también ubicado en Sevilla. Además, después de la agresión a Juande Ramos la temporada pasada, el Betis ya tuvo la posibilidad de disputar los minutos restantes de su encuentro ante los nervionenses en Getafe y a puerta cerrada.

Ahora, tras ver las medidas adoptadas por la UEFA contra Dinamarca, después de que un exaltado saltase al campo a golpear al árbitro en el choque que enfrentó a los nórdicos frente a sus vecinos suecos. Entonces, el máximo órgano continental dio por perdido por 0 a 3 el partido al equipo de Morten Olsen -el marcador reflejaba un 3 a 3 con lanzamiento de penalti favorable a los amarillos- y la imposibilidad de jugar sus tres siguientes partidos oficiales en su capital: Copenhague.

Por el momento, lo único que se conoce es que el Betis jugará su próximo partido como local, ante el Barcelona, en el Ruiz de Lopera y que son escasas las posibilidades de que cumpla la sanción de dos partidos de aquí al final de la temporada.