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Antonio Fontaneda, condenado a tres años y ocho meses de cárcel

En la primera jornada del juicio por el denominado «caso Fontaneda», celebrado ayer, las partes llegaron a un acuerdo mediante el cual el acusado deberá cumplir una condena de tres años y ocho meses de cárcel, además de abonar una multa de 6 euros diarios durante 18 meses por estafar 7,7 millones de euros a 250 inversores de Nafarroa y Gipuzkoa. La causa, no obstante, continuará contra el resto de imputados.

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Asier VELEZ DE MENDIZABAL |

Tras nueve años de espera desde que en setiembre de 1999 se abrieran las diligencias contra Antonio Fontaneda por estafar presuntamente 7,7 millones de euros a 250 pequeños inversores de Gipuzkoa y Nafarroa, el juicio por esta causa, iniciada finalmente ayer, se resolvió en pocas horas, ya que ambas partes llegaron a un acuerdo para que este «promotor artístico» fuera condenado a cumplir una pena de tres años y ocho meses de prisión. Además, deberá pagar una sanción económica durante 18 meses a razón de 6 euros diarios.

De todos modos, la causa contra los también procesados en esta causa Manuel Cid -contra quien pesa una petición de condena de seis años de cárcel al considerarlo, junto al promotor artístico, autor de un delito de «estafa continuada y falsedad de documentos»-, el ex director del Banco Gipuzcoano en Iruñea Juan Pedro Etxarri y Jesús Adolfo Guallar, a quienes las acusaciones particulares imputan sendos delitos de «estafa», proseguirá a lo largo de los próximos meses. Por lo que respecta al hijo de Fontaneda, Raúl, quedó absuelto después de que las acusaciones que representan a los afectados retirararan sus demandas contra el joven.

Cabe destacar que la Fiscalía modificó su acusación contra Antonio Fontaneda al aplicar la «atenuante analógica» por «dilación de la causa», ya que la misma se ha alargado nueve años «por causas no imputables al acusado».

Una vez fijada la condena al que fuera representante de conocidos personajes televisivos como Leticia Savater o Marlene Morreau, que permanece internado en la cárcel de Iruñea desde 2005 por estafar a la que fuera su compañera sentimental, el juicio se centrará ahora en probar la implicación del resto de acusados en la trama, en una vista oral que se dividirá en 19 sesiones en las que en un principio está previsto que declaren más de 200 testigos.

Estructura piramidal

El fiscal considera que el imputado Manuel Cid, que ya fue condenado a un año de cárcel por estafa, era quien desde las oficinas de la empresa Sociedad Subsacai 90 ubicada en Donostia captaba inversores a quienes engañaba diciendo que el dinero sería destinado a grandes operaciones urbanísticas, prometiéndoles una alta rentabi- lidad que rondaba entre el 50 y el 120%. Así, le acusa de «haber formalizado a favor del prestatario Antonio Fontaneda el mayor número de contratos de préstamos», que se calcula fueron un total de 354.

El escrito de acusación considera que la cantidad obtenida por ambos acusados gracias a los contratos de préstamo realizados gira en torno a 2.800 millones de pesetas (16,8 millones de euros). De ese modo, a los primeros clientes se les devol-vían los intereses acordados gracias a las nuevas captaciones de capital aportadas por los nuevos inversores, llevando a cabo una estructura de acción «de tipo piramidal».

Además, las acusaciones particulares consideran que el que fuera responsable del Banco Guipuzcoano en Iruñea, Juan Pedro Etxarri, se valió de su puesto para influenciar y convencer a varios de sus clientes a fin de que invertieran su dine-ro en las empresas que controlaba Fontaneda, y por ello demandan a esta entidad bancaria el pago de las cantidades invertidas en concepto de responsa- ble civil subsidiario. Según afirman en sus escritos, Etxarri recibió jugosas comisiones a cambio de su mediación en favor de Fontaneda.

En relación a Jesús Adolfo Guallar, le acusan de haber falsificado documentos.

insolventes

Antonio Fontaneda y Manuel Cid, acusados por la Fiscalía en esta causa, se han declarado insolventes, por lo que no podrán hacer frente a la deuda de más de 7.700.000 euros que contraen con los inversores estafados.

Dilación procesal

La dilación de la causa, que se ha prolongado durante nueve años, ha supuesto, a juicio del fiscal y de las acusaciones particulares, motivo suficiente para aplicar la «atenuante analógica», gracias a la cual Fontaneda ha visto rebajada su condena.

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