Después de la rectificación del EBB
El PNV «se dejará la piel» por lograr el acuerdo con el PSOE
Gari MUJIKA | ANDOAIN
«La voluntad del PNV es la de hacer posible un acuerdo. Tenemos legitimidad y fuerza para liderar una negociación en tal sentido. Si el Gobierno español ha consentido en dialogar y negociar, lo que sea, con una organización terrorista, no entendemos la imposibilidad de hacer lo propio con organizaciones políticas mayoritarias y con instituciones y representan- tes institucionales legitimados para ello». Un acuerdo, según Iñigo Urkullu, para «vivir y de-cidir. Para desde el respeto, convivir», puntualizó.
El presidente del Euzkadi Buru Bartzar del PNV participó ayer por la tarde en el Foro Martin Ugalde celebrado en el parque cultural de Andoain con el mismo nombre, hasta donde llegó acompañado de una docena de dirigentes jeltzales como Miren Azkarate, Nuria López de Guereñu, José Antonio Ardanza, Joseba Egibar, Markel Olano y Josune Ariztondo, entre otros.
Joan Mari Torrealdai, que realizó la introducción de la charla de Urkullu, recibió al dirigente jelkide en la entrada del parque cultural. No era el único. Varios jóvenes dieron también su «bienvenida» al político de Alonsotegi entre gritos de «PNV español» e «Iruzurrik ez».
Bajo el epígrafe de «2008, una oportunidad para Euskadi», el presidente del PNV arrancó su exposición con una reflexión sobre la percepción de que los ciudadanos sienten un mayor distanciamiento respecto a los políticos. Una sensación que, en el caso de las formaciones abertzales, Urkullu entiende que tiene mayor peso.
«La encrucijada»
Inmediatamente después dio paso a las críticas a ETA, insistiendo en que la «mayor lacra» existente en Euskal Herria es esta organización. A su entender, «lo único que ha conseguido es la perversión del mensaje nacionalista». Hasta en cuatro ocasiones más lanzó ese mis- mo mensaje, haciendo hinca-pié en la idea de que ETA supone el «principal problema para quienes reivindicamos que esta sociedad pueda defender su propio futuro».
Después, pasó a destacar que «estamos en una encrucijada» que se debe abordar con nuevas sendas que «hay que desbrozar desde el binomio paz y normalización política». Sobre la búsqueda de la paz, Urkullu afirmó que «es un imperativo social». Pero bajo la premisa de la «ausencia del miedo, y como consecuencia y premio la derrota del terror y la normalidad política».
En el segundo apartado, disertó sobre la solución al conflicto político que, a su parecer, pasa por un acuerdo de convivencia que, en este caso, ofrece al PSOE. «Pretendemos un acuerdo singular desde la política, desde el diálogo y el respeto», afirmó parafraseando su discurso del acto de Aberri Eguna. Iniciativa política que toma el PNV porque entiende que para superar el impasse actual «no podemos se- guir dejando en manos de ETA la capacidad de decretar cuándo y cómo hemos de plantearnos la resolución del conflicto nacional vasco en su complejidad».
«Vamos a dejarnos la piel en ello», fueron las últimas palabras de la charla, que dieron paso a las preguntas de los presentes. Inquirido por cómo se va a conseguir la paz y la normalización política excluyendo a la izquierda abertzale, máxime si se recuerdan las conversaciones de Loiola, Urkullu no entró a la cuestión, subrayando únicamente que el contexto político es radicalmente diferente con la vuelta a las armas de ETA.
Reconoció que, tal y como le describieron en la presentación, no es una persona eufórica, pero «la única que vez que lo he sido fue el 16 de setiembre de 1998». Ese día ETA decretó una tregua indefinida en el contexto del Acuerdo de Lizarra-Garazi.
La compañera sentimental del preso político Xabier Alegria interpeló a Urkullu para saber qué van a hacer para poner fin a la política de dispersión en cuya creación y aplicación participó el PNV hace 21 años.
Urkullu dijo estar contra el alejamiento de los presos vascos. Incluso afirmó que ha mantenido reuniones con la directora general de Instituciones Penitenciarias, Mercedes Gallizo.
«Cuando digo dueña de su propio destino [la sociedad vasca] es decir que muchas de las decisiones que afectan a los vascos las tomamos aquí»
«No es posible que todos ganemos si cada cual se empeña en ganar. El diálogo es el camino»
«La democracia no es compatible con unidades impuestas, como tampoco lo es con separatismos obligados»
«Hemos de proporcionar a la sociedad vasca un marco estable diferente al actual»
IÑIGO URKULLU
Presidente del EBB