El partido del presidente Robert Mugabe dijo estar preparado para afrontar con energía una segunda vuelta electoral para preservar el mandato de Mugabe, en el poder desde hace 28 años. La Unión Nacional Africana de Zimbabwe-Frente Patriótico (ZANU-PF) «está lista para la segunda vuelta y para la victoria resultante», declaró el portavoz gubernamental, Bright Matonga. Para hoy está prevista una reunión del partido en la que valorarán los comicios del sábado, cuyos resultados definitivos todavía no se saben.

No hay un plazo legal para que las autoridades electorales difundan el escrutinio. La ley sólo marca que, de ser necesaria, la segunda vuelta se llevará a cabo dentro de los 21 días siguientes a la primera.

La Comisión Electoral admitió el miércoles que la ZANU-PF perdió la mayoría en la Cámara de los Diputados en favor del Movimiento para el Cambio Democrático (MDC), que obtendría 109 de los 210 escaños

Al depositar su voto, Mugabe fue tajante: «Vamos a ganar». Desde entonces, ha permanecido en una discreta posición, algo nada habitual en él.

El miércoles tampoco reaccionó cuando su opositor, Morgan Tsvangirai, candidato presidencial del MDC, autoproclamó su victoria. El partido aseguró que había recibido el 50,3% de los votos frente al 42,9% de Mugabe, datos sin confirmar.

Ayer, tras días de silencio, el longevo mandatario compareció brevemente y sonriente en la cadena estatal. A su lado estaba el jefe de la misión de observadores que envió la Unión Africana (UA), Ahmad Tejan Kabbah. Tras el encuentro, dijo que Mugabe «parecía muy abatido» y precisó que también se había entrevistado con Tsvangirai, lo que demuestra una intensa actividad diplomática con los dos partidos. Algunos analistas apuntaban a negociaciones entre representantes de ambos contrincantes, impulsadas por diplomáticos africanos.

Según estas fuentes, a Mugabe le habrían planteado la posibilidad de una «retirada suave» a cambio de «impunidad» para las vulneraciones de derechos humanos cometidas durante su mandato. Otra opción que también se baraja es la del exilio. El ex primer ministro de Malasia, Mahatir Mohamad, y amigo cercano de Mugabe consideró que su país debería acogerlo.

Evitar lo ocurrido en Kenia

La Comunidad de Desarrollo de Africa Austral (SADC) intentó convencer al héroe de la lucha de la independencia de que no se arriesgue a «la humillación de la derrota». Un diplomático de este organismo, consideró que el país «debería movilizarse para evitar una situación como en Kenia», donde los enfrentamientos tras las elecciones provocaron 1.500 muertos.

Falta por ver, además, la postura que adoptarán las Fuerzas Armadas, si saldarán o no en defensa del presidente.

A última hora de la noche de ayer, testigos afirmaron que la Policía mantenía rodeado un hotel de la capital, Harare, donde se alojaban numerosos periodistas extranjeros.