Como lo prometido es deuda (o no) aquí les va la segunda entrega del articulillo perpetrado la semana anterior. Sobre el color de la cultura y la cultura del color hay mucho escrito. El libro rojo y el libro blanco indican contenidos y objetivos muy diferentes, a excepción de si se tratan del Athletic. El verde también posee sus ambivalencias y van más allá de lo cromático. Estar muy verde en algo o contar un chiste (de color) verde son figuradamente situaciones antónimas. El amarillo es el color chino por antonomasia, el del sensacionalismo, del ahogo, la ictericia y los limones. Para los ingleses, el azul blue in the face viene a significar estar a punto de explotar y también corresponde al verde humorístico nuestro. Y está el marrón. ¿Qué me dicen del marrón? ¿Quién no se ha comido nunca uno? ¿Un cura marrón, un rosco marrón? No nos podemos quejar. Convivimos con un convencional comunicativo arco iris lleno de significado y valor metafórico. Sin olvidar que todos estos colores suman otro que está muy por encima de ellos y de su arbitraria significancia social: el negro. La noche es negra, el futuro a veces lo es, el agujero intergaláctico, el beso, la viuda... y Michael Jordan.

Negro es lo oculto y lo desconocido. Y en ocasiones, lo más revelador, como la caja negra. «Caja negra» es el nombre elegido por ETB para uno de los recientes programas de la parrillada primaveral. Un nombre totalmente ad hoc si tenemos en cuenta su intención conceptual. En su última entrega -parece que fue ayer, domingo- trataron de acercarnos las desoladoras imágenes de las inundaciones de 1983. Parecía que fueron ayer. Y lo mismo hicieron en anteriores apariciones con el terrible accidente aéreo del monte Oiz y el crimen de Orozco. Pesadillas sociales que tratan de interpretarse y exorcizar con la ayuda de testigos directos e indirectos y agentes implicados. Lo mejor del programa, sin embargo, es su presentador: Iñaki López. Este hombre absolutamente televisivo parece no tomarse la vida del todo en serio. Ni del todo en broma. Como debe recordarse el pasado.