Con la moción de censura de Arrasate como excusa, y las negociaciones que están manteniendo entre las dos formaciones en el trasfondo, PNV y PSE se enzarzaron ayer una vez más en un duelo dialéctico en el que se recriminaron mutuamente por sus últimas actuaciones y declaraciones.

El presidente del BBB del PNV, Andoni Ortuzar, fue el primero en tomar la palabra y en una rueda de prensa que ofreció en Sabin Etxea señaló que mientras desde el PSE sigan con los «insultos» al PNV, y con ese estilo «faltón y barriobajero», será «muy difícil creer en la voluntad de diálogo» del presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero.

Ortuzar respondió de esa manera a las declaraciones realizadas el sábado por el secretario general del PSE, Patxi López, quien afirmó que la fórmula del tripartito «ya no sirve» porque está «apagado y fuera de cobertura», y acusó al lehendakari, Juan José Ibarretxe, de «desaparecer» cada vez que hay un problema, en referencia a lo ocurrido en Arrasate.

Para el presidente del BBB las palabras de Patxi López, reflejan «la mezquindad de quien oculta tras lo de Arrasate su propia mala gestión», y exigió «respeto» y que dejen «esta escalada de insultar al PNV y al lehendakari, retrotrayéndonos a la época negra de Nicolás Redondo».

«Llevan desde el 9 de marzo bajo los efectos de la borrachera electoral», manifestó Ortuzar en referencia al PSE, pero les advirtió de que «después de la euforia que da la borrachera suele venir la resaca y los dolores de cabeza».

En este sentido, el burukide consideró un «contrasentido» que Zapatero, y el secretario de Organización del PSOE, José Blanco, «digan que quieren una relación preferente con el PNV y luego aquí, sus subalternos se dediquen a manchar nuestro buen nombre».

Asimismo, afirmó que Patxi López «sabe que el compromiso del PNV y del lehendakari contra el terrorismo es firme, claro y limpio», así como que el PNV es «el único partido político con responsabilidades municipales que no tiene ningún acuerdo con ANV, cosa que no pueden decir, por ejemplo, los socialistas, que tienen un acuerdo de tapadillo en Urretxu», por lo que pidió a los dirigentes del PSE «menos hipocresía».

Apoyar la moción de censura

Rodolfo Ares contestó también en rueda de prensa a Ortuzar y negó que desde su partido se insulte al PNV. En su opinión, la formación jeltzale «confunde críticas con descripción de la realidad y exigencia de posiciones políticas firmes y claras» tras la decisión «profundamente equivocada» que, a su parecer, ha mantenido en Arrasate.

Ares mostró la disposición de su formación al diálogo con el PNV, pero indicó que para el PSE «es fundamental» que «la rectificación» a la negativa inicial de apoyar una moción de censura en Arrasate «culmine con el voto de censura» y la «salida» de la alcaldesa, de ANV.

A su juicio, esta moción de censura es «una cuestión de dignidad democrática», y se preguntó si el PNV, al acusar al PSE de gestionarla mal, «no pretende tapar una decisión equivocada inicialmente».

Asimismo, señaló que en el caso de Arrasate, «no estamos en la carrera de seguir no se qué ruta», por lo que si el PNV quiere presentar una petición de dimisión a los cargos de ANV «por nosotros no va a quedar».

Ares respondió también que «nunca hemos estado tan serenos y tan conscientes de la responsabilidad que la sociedad vasca nos ha dado», en referencia a las acusaciones de actuar bajo la «borrachera electoral», y añadió que «probablemente, al PNV le preocupa que los ciudadanos han dado al PSE la posibilidad de construir la alternativa y la alternancia en Euskadi».