Hillary Clinton se aferraba a Pennsylvania para seguir en carrera
Los equipos de campaña de Hillary Clinton y Barack Obama no esperaron a conocer los resultados en Pennsylvania -se esperaban para esta madrugada- y estaban ya ayer en Indiana, que celebrará primarias el 6 de mayo. Un salto adelante en el caso de la ex primera dama, que insistió ayer en que seguirá en carrera contra viento y marea, aunque sus arcas estén vacías y pese al creciente nerviosismo de los demócratas por la sangría interna de este largo proceso.
GARA |
Para la aspirante demócrata Hillary Clinton las primarias de ayer en Pennsylvania eran una cuestión de vida o muerte, política se entiende.
La senadora de Nueva York, en cabeza en la lucha por la nominación durante mucho tiempo y archifavorita para las presidenciales de noviembre hasta principios de año, se ha desfondado a medida que iban celebrándose las primarias en beneficio de Barack Obama.
Condenada a ganar sí o sí ayer para conservar, aunque sea maltrechas, sus aspiraciones, las últimas encuestas le auguraban una ventaja de entre seis y diez puntos. Lejos de los 20 puntos que le otorgaban los sondeos a comienzos de abril.
Los expertos coincidían en que la suya debería ser además una victoria holgada si aspira a recortar distancias con su rival.
La aspirante no opinaba así y se aferraba con uñas y dientes a un triunfo. «Una victoria es una victoria», señaló en una entrevista difundida ayer por la NBC, minimizando el alcance de la eventual diferencia en votos respecto a su rival.
Sistema proporcional
El estado de Pennsylvania otorgará 158 delegados a la Convención Demócrata de Denver (Colorado) pero serán atribuidos a cada candidato proporcionalmente a los votos obtenidos. Si no hubiera una diferencia superior al 5% entre ellos ambos lograrían prácticamente el mismo número de delegados.
El senador de Illinois, por su parte, llegó a Pennsylvania animado por su última y contundente victoria en Mississippi el pasado 11 de marzo.
Hasta la fecha, Barack Obama ha ganado en más estados que su rival (28 frente a 14 para Hillary Clinton), ha cosechado más delegados (1.650 frente a 1.508) y ha logrado un mayor número de votos (13,3 millones frente a los 12,6 millones cosechados por la ex primera dama).
Hillary Clinton aseguró poco antes de la apertura de las urnas que podría incluir a republicanos en su Administración si ganara las elecciones presidenciales.
Si el dinero es la médula espinal de la guerra, el aspirante Barack Obama podría ganar con holgura el largo combate que le enfrenta a su rival Hillary Clinton.
El senador por Illinois, que ha acumulado 234,8 millones de dólares desde el lanzamiento de su campaña, disponía el primero de abril, según los datos ofrecidos ayer por la Comisión Electoral Federal (FEC), de alrededor de 43 millones de dólares para seguir financiando su campaña de primarias. A finales de marzo, el equipo Obama tenía unos impagos por valor de 660.000 dólares.
Clinton, que ha recibido donaciones por valor de 175,7 millones de dólares desde el inicio de su campaña, está, en cambio, en números rojos. Sus deudas se elevan a 10,3 millones de dólares y ella no disponía a comienzos de mes más que de 9,5 millones de dólares para financiar su campaña.
Los 175 millones de dólares recaudados por su campaña no incluyen los diez millones de dólares transferidos por la senadora por Nueva York de su cuenta para la elección al Senado a su cuenta para las presidenciales, ni el préstamo personal de cinco millones que ha tenido que pedir a lo largo de la campaña.
Según un cálculo del diario «The New York Times», Obama gasta 75 centavos por cada dolar recibido. Clinton gasta 1,1 dólares por cada dólar recaudado.
Los datos ofrecidos ayer por la FEC no incluyen la campaña en Pennsylvania. Sólo en marzo Obama gastó en ella 31 millones de dólares, frente a los 22 millones del equipo Clinton, la mayor parte en publicidad televisiva.
Howard Wolfson, consejero cercano a la aspirante, insistió ayer en que «nuestra campaña tiene recursos. Haremos frente a nuestras deudas en los próximos meses».
La FEC anunció a principios de abril que la campaña de primarias en EEUU será la más cara de la historia, con 800 millones de dólares recaudados hasta entonces -700 millones en 2004- .
