Elkartzen denunció ayer que, tras la muerte el pasado sábado de una mujer en la calle Arnotegi, ya son dos las personas sin techo que han muerto este año en Bilbo. El organismo ciudadano en favor de los derechos sociales subrayó que la fallecida -María José, de 51 años- se veía obligada a vivir en condiciones precarias al ser desahuciada por no poder hacer frente a los costes del alquiler de su vivienda.

«Muerta en el frío suelo, como si de un mueble viejo se tratase», denunció el colectivo, que lo enfrentó a los beneficios millonarios de la banca. Elkartzen afirmó que en Bilbo y su área metropolitana se concentran un 61,1% de las situaciones de pobreza que se dan en Araba, Bizkaia y Gipuzkoa.

En la capital vizcaina, según criticaron, «se cierra el centro de acogida de Mazarredo `porque ya ha pasado el invierno'» y desalojan a los jóvenes que ocupaban un edificio abandonado en la calle Ribera, mientras recordaron que existen 17.000 viviendas vacías.