A la portavoz de Ezker Abertzalea, Nekane Erauskin, y viendo los precedentes existentes, no le sorprendió la información publicada ayer por este diario en la que se señala que Lehendakaritza prevé que su grupo rechace la pregunta que proponga el lehendakari y de esta forma salir del compromiso de la consulta y pasar a convocar elecciones. Erauskin critica el método «oscurantista» que el lehendakari está manteniendo en todo lo relativo a su «hoja de ruta» y la falta de «participación social», pero destaca que Ezker Abertzalea «está dispuesta a hablar con Juan José Ibarretxe siempre y cuando su consulta sirva de elemento para la resolución del conflicto».

Lamenta Erauskin que desde que Ibarretxe expuso sus planes en setiembre en el Parlamento, nada más se ha concretado al respecto. Habla de «oscurantismo» y «clandestinidad». «Nuestro grupo -afirma- no sabe nada al respecto. No sabe qué pregunta se propondrá, ni para qué la quiere hacer el lehendakari. Tampoco sabemos qué planes tiene para el caso de que el Parlamento aprobara la realización de una consulta y el Estado la prohibiera».

Compartir la propuesta

En este mismo terreno, la portavoz de Ezker Abertzalea critica que la propuesta de Ibarretxe carece de base social. «Tanto que habla de participación social, en este tema no esta permitiendo ningún tipo de participación, ni está compartiendo sus ideas con los agentes sociales y políticos de la sociedad».

Erauskin sostiene que una propuesta de estas características «tendría que compartirse de antemano con todos los grupos parlamentarios y con la sociedad». Sin embargo, observa que el PNV está utilizando esta materia «dentro de su juego político», tratando de «patrimonializar la consulta», en lugar de plantearla como un elemento para la verdadera resolución del conflicto».

En este sentido, la portavoz independentista muestra su temor a que, intentando provocar un rechazo a sus planes el próximo junio en el Parlamento, el PNV promueva una operación para situarse «en el centro político», entre unos y otros que dicen no a la consulta, pero con el objetivo final de «ir hacia un acuerdo político con el PSOE que no será en clave de resolución del conflicto».

«Una consulta, algo muy serio»

Tras estas apreciaciones iniciales, Nekane Erauskin declara a GARA que «para nosotras consultar a la población es clave para la resolución del conflicto y, por ello mismo, pensamos que es algo muy serio».

«Nuestro grupo parlamentario -declara- está dispuesto a hablar de este tema, siempre y cuando sea de verdad para solucionar el conflicto político y no en el contexto de un esquema para una reforma estatutaria, Hay quien confunde el derecho a decidir con el derecho a ser consultados, y nosotros defendemos el derecho a decidir realmente nuestro futuro y no sólo una mera consulta como la planteada por ley en el caso de la reforma estatutaria».

Nekane Erauskin insiste en que «creemos que todos los vascos y vascas, no sólo los de la CAV, tenemos derecho a decidir nuestro futuro y a ser consultados sobre el mismo, pero estamos dispuestos a hablar con Juan José Ibarretxe siempre y cuando su consulta sirva de elemento para la resolución del conflicto».

EA: «Se mantendrá la consulta»

En relación a la información ofrecida ayer por GARA, el secretario de política institucional de EA, Rafael Larreina, declaró a este diario que «nuestro compromiso, y el del conjunto del tripartito, con la sociedad vasca no deja lugar a dudas. La sociedad vasca tiene derecho a ser consultada y a decidir su futuro político, qué tipo de relación desea mantener con los demás pueblos de Europa. Es nuestra firme voluntad, y entendemos que también la del lehendakari, dar la palabra a la ciudadanía el próximo 25 de octubre, una vez que el Parlamento vasco así lo decida en junio. Ojalá sea posible un acuerdo previo con el Gobierno español pero, con acuerdo o sin él, EA no contempla un escenario que no sea el de dar la palabra a la sociedad vasca».

En cuanto a la posición de otros grupos, Larreina señaló que «corresponde al PSE, al PP y también a Ezker Abertzalea aclarar si creen o no en el derecho a decidir de la sociedad vasca. La responsabilidad de negar la palabra a la ciudadanía vasca será suya en su caso, nunca de EA ni del tripartito, y serán ellos los que deban justificarse ante la sociedad».

Acuerdo entre abertzales

Sobre la pregunta a plantear, responde que «más allá de su literalidad, que habrá que concretar más adelante, la pregunta tiene que ser clara y debe servir para poner de manifiesto que la inmensa mayoría de la sociedad vasca está a favor de incrementar el autogobierno y del reconocimiento del derecho de autodeterminación, y radicalmen- te en contra de la violencia y de su uso con fines políticos».

Habida cuenta de la oposición de PSE y PP, la propuesta de Lakua sólo puede salir adelante con el respaldo de Ezker Abertzalea. Peguntado sobre si considera necesario buscar un acuerdo con este grupo para lograr el apoyo necesario, Rafael Larreina señala que «la decisión de apoyar o no la convocatoria de la consulta deberá tomarla Ezker Abertzalea en función de su propio análisis político». Pero añade que «conocida la posición de PSE y PP, creemos necesario extender los acuerdos entre todas las formaciones abertzales para poder avanzar hacia el reconocimiento de nuestros derechos como pueblo y hacia la independencia. En Escocia, en Quebec, en Flandes están dando pasos que en Euskal Herria hoy no son posibles por culpa de ETA, porque la violencia es incompatible con la independencia. EA sí apuesta por llegar a acuerdos entre fuerzas abertzales y por compartir estrategias que se basen en medios estrictamente pacíficos y democráticos y que sean tajantes en el rechazo de la violencia».

Por otra parte, el portavoz de EB en el Parlamento, Antton Karrera, definió la consulta en Euskadi Irratia como «un gran paso para legitimar posiciones» y añadió que como la izquierda abertzale está representada en la Cámara mediante Ezker Abertzalea, «no se puede no contar con sus votos u opiniones». «Si están en el Parlamento, hay que contar con ellos».