Tal y como informó la semana pasada nada más conocerse el desfalco ocurrido en el museo, la consejera de Cultura, Miren Azkarate, comparecerá hoy ante la Comisión de Educación y Cultura, al objeto de informar sobre «las las irregularidades contables detectadas en el Guggenheim». La comparecencia tiene carácter de urgencia, y se produce a petición de la propia consejera, aunque tanto el grupo del PP como el del PSE lo habían solicitado poco después de que saltara el escándalo.

Azkarate irá a Gasteiz acompañada del director general del museo, Juan Ignacio Vidarte. Ambos deberán explicar ante los distintos grupos parlamentarios cómo es posible que el director financiero del Guggenheim, Roberto Cearsolo, sustrayera durante diez años 487.000 euros sin que nadie detectara nada.

La noticia saltó el pasado miércoles, cuando el equipo directivo del Guggenheim, con Juan Ignacio Vidarte a la cabeza, anunció en una rueda de prensa el despido de Cearsolo y la interposición de una denuncia contra el directivo, tras la confesión de éste. Según las explicaciones dadas en ese momento, Cearsolo, que ocupaba el cargo de director de Administración y Finanzas desde la apertura del museo y que formó parte del equipo que puso en marcha el proyecto desde 1992, reconoció haberse apropiado de 486.979 euros desde el año 1998, de los que ha devuelto 287.900.

En su relato, Vidarte aseguró que las irregularidades comenzaron a detectarse a comienzos de este mes, tras recibir el pasado día 3 una comunicación del Tribunal Vasco de Cuentas Públicas solicitando información de operaciones efectuadas por la Sociedad Tenedora. El Museo bilbaino encargó la recopilación de esta información a la Subdirección de Administración y Finanzas, ya que Cearsolo se encontraba de baja laboral. Fue entonces cuando se comprobó la existencia de transferencias de dinero desde la Sociedad Tenedora a otras cuentas sin justificación. Poco después, el abogado de Cearsolo entregó una carta en la que éste confesaba haberse apropiado del dinero.