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Los tripulantes del atunero llegaron «reventados» y ya están en familia

Gotzon Klemos manifestó en su nombre y en el de sus compañeros del «Playa de Bakio» su agradecimiento por «el apoyo de los periodistas y de la gente que ha estado con nosotros, sobre todo el Gobierno central y el Gobierno Vasco, que se han portado divinamente. Estamos físicamente reventados y queremos estar con nuestras familias y descansar». Fueron las primeras palabras a la llegada a Loiu de los tripulantes del pesquero secuestrado.

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Kepa PETRALANDA |

Los cinco tripulantes vascos del ``Playa de Bakio'' llegaron ayer por fin al aeropuerto de Loiu, donde les esperaban sus familiares, poco después de las 12.30, procedentes de Madrid. Al arribar se encontraron de forma privada con una veintena de allegados, en una sala acondicionada en el aeropuerto para tal fin, para atender posteriormente de forma muy breve a los periodistas y reencontrase luego con sus familiares. La intención era comer todos juntos.

Durante la espera, que se retrasó una hora sobre el horario previsto, la madre del marinero Jaime Francisco Candamil expresó que tenía muchas ganas de «darle un abrazo» a su hijo, mientras la compañera sentimental del marinero, Fátima Iturriaga, manifestó su alegría por volver a estar junto a ellos, de «estar juntos en familia porque el futuro empieza hoy».

Once días después del asalto al atunero a 250 millas de la costa somalí, los tripulantes vascos y gallegos habían llegado en avión a primera hora de la mañana a la base aérea de Torrejón de Ardoz, en Madrid, procedentes de las Islas Seychelles, a donde habían arribado la víspera en el ``Playa de Bakio'' tras 72 horas de travesía por el Índico, todo ello una vez que fueran liberados el sábado por sus secuestradores.

Fue el patrón del ``Playa de Bakio'', Amadeo Álvarez, quien ofreció en Vigo más detalles sobre el secuestro, al explicar que durante el mismo «dormiría unas 10 horas como mucho» y que durante los primeros tres o cuatro días permanecieron sin dormir «aguantando insolencias. Estoy todavía con el susto en el cuerpo», afirmó.

El patrón añadió que el peor momento fue el primer día, cuando los secuestradores somalíes abrieron fuego contra el puente. «Para ellos no vales nada, menos que una cucaracha», valoró, y añadió que «nos trataron muy mal sicológicamente, pero no físicamente».

Destacó Álvarez que no temieron por su vida, salvo el último día, cuando les dejaron «tirados como colillas en la cubierta», antes de ser liberados. Y añadió que él y sus compañeros desconocen como fueron las negociaciones con sus captores.

Previsión y eficacia brillaron por su ausencia en el aeropuerto

Había muchos trabajadores de medios de comunicación, más que nunca, en la ya de por sí incómoda zona de llegadas. Las cámaras se contaban por decenas y los periodistas podían acercarse al centenar, de tal forma que desde el momento en que los tripulantes del ``Playa de Bakio'' aparecieron -flanqueados por el consejero de Agricultura y Pesca, Gonzalo Sáenz de Samaniego y el todavía delegado del Gobierno español en Gasteiz, Paulino Luesma- hasta que la situación se desbordó sólo transcurrieron unos segundos.

Si bien es cierto que tanto periodista junto podemos ser un peligro, no lo es menos que hay un trabajo por cumplir, pero sobre todo parece evidente que quien falló ayer fue AENA, o bien las administraciones representadas ayer por el consejero y el delegado. Una sencilla cinta de plástico o alguna valla, un micrófono con tomas de sonido a cierta distancia y un mínimo de coordinación podían haber evitado la lamentable situación de avasallamiento vivida por todos, pero sobre todo por quienes habían llegado minutos antes a Euskal Herria desde el Índico. La desagradable situación tuvo que ser lo más parecida al abordaje sufrido once días atrás.

Hicieron bien en irse rápido con su familia, a descansar, y que lo aprovechen, porque luego tendrán que declarar en calidad de testigos ante el juez de la Audiencia Nacional española Fernando Andreu, que ha abierto diligencias, sin que haya precisado el objetivo concreto.

En cuanto a un eventual pago de rescate, el patrón del ``Playa de Bakio'' lo dijo claro ayer; que pregunten a quien tengan que preguntar. K.P.

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