Ainize BUTRON

Una veintena de monjes franciscanos de Toulouse iniciaron este tipo de acción en diciembre de 2007 para protestar contra los centros de retenciones de inmigrantes. Una hora de silencio a la que la asociación de apoyo a los ciudadanos inmigrantes, Cimade, junto a varias organizaciones sociales, ha decidido recurrir para denunciar los ata- ques a los derechos humanos de los «sin papeles».

Eran las 18.00 de ayer cuando unos doscientos ciudadanos se reunieron en círculo y en silencio en la Plaza de la Libertad, frente al Ayuntamiento de Baiona. Un lugar simbólico para un acto que también tenía esta caracterización.

Tal como ocurrió en Toulouse con los franciscanos, la idea era crear un impulso de solidaridad en la ciudadanía hacia la problemática de las retenciones «inhumanas» que soportan los inmigrantes. Por ello, la acción no se agotó ayer, sino que se repetirá cada mes, el primer viernes.

El primer encuentro fue todo un éxito. Así lo subrayó Laurence Hardouin, abogada y presidenta de la Cimade: «Decir `no' en silencio es toda una paradoja, teniendo en cuenta la política gubernamental cada día mas feroz contra los `sin papeles'».

Argentina o Estados Unidos

La Plaza de la Libertad tomó de esta forma un aspecto poco habitual en el atardecer de ayer. Poco a poco, los ciudadanos, bien a título individual o bien en representación de organizaciones de todo tipo, fueron sumandose al círculo.

«Es un momento de recogimiento, pero, fuera del aspecto religioso, este tipo de acción tiene muchas mas referencias en distintos lugares del mundo, por ejemplo en las Mujeres de la Plaza de Mayo de Argentina o en la comunidad negra en Estados Unidos», explicó Hardouin.

Entre las doscientas personas se podían observar mujeres de confesión musulmana, católicos, entre los cuales estaba el obispo de Baiona, o un budista en plena meditación. Frente a tal diversidad de ciudadanos, Laurence Hardouin se mostraba satisfecha. «Es importante ver a tanta gente reunida, sobre todo para los extranjeros. Saber que hay ciudadanos en la calle sensible a sus condiciones de encierro es muy positivo», indicaba.

Alertar la ciudadanía

A medida que avanzaba la hora, la plaza se iba quedando pequeña. En pleno festejo de las Jornadas del Chocolate, las calles de la capital labortana estaban repletas de gente, que entre degustaciones del dulce se mostraba intrigadas por el signifi- cado de este círculo humano. Muchos de ellos se acercaban por curiosidad en busca de información. «Nuestro objetivo es alertar a la opinión publica; es la razón por la cual hemos escogido este lugar céntrico», prosiguió la abogada.

Ciudadanos de todas las edades se acercaron poco a poco al acto. Primero alertados por las fotos del centro de retención expuestas en una esquina de la plaza; luego, por la propia acción. Sensibilizar al máximo de ciudadanos era el objetivo de las asociaciones organizadoras, y seguirá siéndolo durante los próximos meses.

«Este encuentro está en línea con lo que hemos ido haciendo hasta ahora. Viendo la política del Estado francés contra los `sin papeles', es importante seguir denunciando. Es una forma de mostrar que numerosos ciudadanos tienen otra forma de tratar a los inmigrantes», terminó explicando Laurence Hardouin.