La flota del Cantábrico urge a Madrid a que aclare si pagará las ayudas por la veda de la anchoa
GARA |
Los pescadores del Cantábrico afectados por la veda de la anchoa pidieron ayer una reunión urgente con la ministra española Elena Espinosa ante la duda de que vayan a cobrar las ayudas por la parada biológica, e insistieron en la necesidad de pescar para que el sector pueda subsistir.
Los presidentes de las Federaciones de Cofradías de Bizkaia, Iñaki Zabaleta; Cantabria, Manuel Vinatea; y Asturias, Dimas García, se reunieron ayer en Santander para estudiar las medidas a poner en marcha tras conocerse que el Ministerio de Pesca podría no disponer de fondos para pagar las ayudas por la parada biológica a la pesca de la anchoa en el caladero del Cantábrico.
Los representantes del sector exigieron al Ministerio que explique cuál es la situación, tras más de cuatro años sin pescar anchoa. «La gente está muy nerviosa», aseguró Iñaki Zabaleta, quien advirtió de que si no hay ayudas «pueden pasar muchas cosas y ninguna será buena» y que los barcos tendrán que salir a faenar porque es la «única forma de subsistir que tiene el sector». «Puestos a morir, igual es mejor morir matando», advirtio Zabaleta.
Hasta contar una respuesta del Ministerio, solicitaron que los barcos continúen amarrados y que las lonjas no compren la anchoa que pudiera vender alguna embarcación.
LAB pide un plan de choque
LAB acusó de «irresponsabilidad» al Gobierno español por decir que no dará ayudas al sector por el paro biológico obligatorio, lo que en su opinión, obliga al amarre forzoso y a no poder asegurar el sustento económico de numerosas familias. Por ello, exigió al Gobierno de Lakua que garantice las ayudas negadas por Madrid.
Por otra parte, el sindicato abertzale criticó el plan estratégico aprobado en el Parlamento de Gasteiz, porque «no posibilita el relevo generacional», un problema que «se agravará a corto plazo». Para LAB, es necesario un plan de choque que posibilite que la flota renovada en los últimos años con dinero público garantice el futuro del sector y que las licencias queden en manos públicas.