La Real necesita que algo cambie en Anoeta para que se consiga el primero de los tres requisitos necesarios para que el club alcance la estabilidad que ahora falta. Hay un dato que todos los que acudan a Anoeta deben tener presente. La Real es el tercer mejor visitante de Segunda y el duodécimo en su casa. No es normal que un equipo que prefiere llevar la iniciativa y que no es muy peligroso al contraataque porque no tiene mucha velocidad sume los mismos puntos en casa que fuera, 28.

Los blanquiazules han perdido cuatro partidos fuera y cinco en casa. Sólo han sumado cuatro de los últimos doce puntos de Anoeta y eso debe servir para reflexionar por qué la Real es menos poderosa como local.

El equipo sale excesivamente tensionado a jugar en casa por su ansiedad de ganar y también la grada peca de ansiedad. Los dos deben cambiar su estado de ánimo y el camino que ha elegido Lillo para hacerlo es el acertado al apostar por jugadores de más carácter. Salió bien en Málaga y hoy parece que seguirá en esa línea con la entrada de Gari en banda derecha en lugar del sancionado Delibasic.

Eso implica una supuesta merma en la calidad técnica de los jugadores elegidos, pero al final un lateral derecho como Gerardo y Gari tuvieron que sacar, muy bien por cierto, las faltas y los corners en Málaga porque en anteriores partidos no acertaban jugadores como Martí, Mérida o Nacho con teóricos mejores golpeos que no salen a relucir cuando se juegan partidos de tanta tensión.

Porque resulta difícil que un equipo juegue bien con la presión que tiene la Real y es necesario que haya una mayor comprensión hacia unos jugadores de los que los aficionados deberían sentirse orgullosos. Ojalá se encarrile fácil el partido, pero lo normal es que el Sevilla Atlético venda cara su derrota. Son jóvenes muy buenos tácticamente en el trabajo defensivo y lo normal es que sea difícil hacerles ocasiones. Además vendrán muy motivados, al margen de por las posibles primas a terceros, porque jugar en Anoeta ante la Real es especial. Por lo tanto no cabe esperar una victoria fácil y la paciencia de los jugadores y los aficionados y su unión parecen unas virtudes necesarias para poder ganar esta tarde y en los tres últimos partidos en el estadio.

Cambios en la convocatoria

El último entrenamiento de ayer a puerta cerrada no deparó mayores novedades que una lista en la que entraron Markel, Elustondo y Vaughan en lugar de Delibasic, Novo y Estrada. Lillo intenta rotar a todos los jugadores del banquillo para que se sientan partícipes del grupo, aunque eso provoca algunas listas poco coherentes. No es normal que ni Estrada ni Carlos Martínez entren para ofrecer un recambio en los laterales o que en la anterior no estuvieran Markel, Elustondo ni Larrea para suplir a los medios centros.

Dentro de la línea de desvirtuar un saque de honor en Anoeta, hoy les tocará a Iker Martínez y Xabi Fernández acceder al césped junto a Badiola «en representación de los guipuzcoanos que acudirán a Pekín».