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Los de Ziganda llevan sólo cuatro goles anotados en los últimos dos meses

El Real Madrid sólo agudizó una situación que viene de lejos

Los rojillos cuentan como derrotas sus recientes tres partidos ligueros y los últimos cuatro encuentros que han disputado en El Sadar

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Natxo MATXIN | IRUÑEA

Tajonar ayer no era precisamente el jardín de la alegría. Ni las polémicas decisiones arbitrales de pasadas jornadas han dejado tanta huella en la plantilla como la forma en que se perdió ante los merengues. Las razones son bien sencillas: ya no queda margen para el error y los jugadores se sienten incapaces de sacar adelante un partido, al menos en casa, y en esta ocasión ante un rival en inferioridad numérica, por muy Real Madrid que se trate.

Pero los males de Osasuna, que vienen de lejos, no hicieron sino exponerse en su más cruda realidad en el tramo final del choque contra los merengues. Hay todo un bagaje negativo que se viene acumulando desde hace varias jornadas y que se refleja en el escaso acierto de cara a la portería contraria.

Desde el partido contra el Almería hace ya casi dos meses, los rojillos llevan acumulando una estadística negativa en ataque que está causando estragos en su casillero. Para empezar, desde entonces sólo han sido capaces de anotar cuatro goles en ocho encuentros, trece dianas en lo que llevamos de segunda vuelta.

Pero es que esos cuatro tantos han sido obtenidos en dos penaltis y otros dos en estrategia, ninguno de ellos en una jugada elaborada. Para colmo de males, tampoco han sido conseguidos por ninguno de los jugadores ofensivos con que cuenta la plantilla. Hace tiempo que Sola, que anotó el último ante los almerienses, Dady, Portillo y Pandiani no celebran un gol en su cuenta particular.

Una losa demasiado pesada que tampoco han ayudado a sobrellevar otros futbolistas que, por su ubicación en el campo, también deben contribuir a la faceta anotadora. Por unas cosas o por otras, Juanfran, Vela, Font o Plasil no han colaborado en la tarea de hacer olvidar la falta de puntería de los arietes.

Además, la buena línea casera iniciada en la segunda vuelta ha dejado paso a una auténtica crisis de identidad cuando se juega en propio feudo. Con la derrota ante los de Schuster, Osasuna sumó su cuarta consecutiva en El Sadar y entre ellas han estado tres ante rivales directos que han catapultado la situación en la que actualmente se encuentra la escuadra navarra.

Desacierto desde el banquillo

Más grave es que, a tenor de los últimos resultados, en el entorno se ha instalado la creencia de que el actual inquilino del banquillo no está capacitado para llevar a buen puerto la nave rojilla. Y es que algunas de las últimas decisiones de Ziganda no han ayudado precisamente a combatir esa corriente de opinión.

La realidad es que al Cuco nada se le puede achacar en cuanto a profesionalidad y entrega en su trabajo diario, con exigencia continua a los suyos en cada entrenamiento semanal. Pero no es menos cierto que ninguno de los recursos tácticos que ha empleado cuando el transcurso de un encuentro lo ha requerido han servido para materializar una reacción que se viera reflejada en el marcador.

Ante el Real Madrid volvió a tropezar en el mismo error que ya cometiera en dos partidos precedentes, rediseñando el dibujo del equipo con dos delanteros natos. Como ya le ocurriera entonces, ahí se acabó la presión, el dominio de la pelota y el llevar la iniciativa.

No es de extrañar, pues, que desde algunos medios ya se haya apuntado su dudosa continuidad al frente del equipo, ocurra lo que ocurra de aquí a final de temporada.

ante el murcia, el domingo a las 21.00

El partido de la penúltima jornada que enfrentará a Osasuna y Murcia en El Sadar se disputará este próximo domingo, día 11, a partir de las 21.00 en horario unificado de todos los encuentros.

Josetxo y Puñal coinciden en que el partido contra el Mallorca «es una final»

Con distinto ánimo, pero con un mismo mensaje: quedan tres finales por delante. Así tradujeron la situación actual dos capitanes de la plantilla, Josetxo Romero y Patxi Puñal. Para ambos, el choque de mañana ante el Mallorca «se trata de una final y hay que jugarla como tal».

El defensa, que regresará a la titularidad mes y medio después por la sanción de Krutxaga, quiso insuflar cierta dosis de optimismo, sin dejar de ser ajeno a lo dificultoso de la tarea. «El que peor lo haga de los seis equipos que estamos ahí metidos, descenderá. Llevamos diciendo hace tiempo que el factor mental va a ser muy importante, por lo que debemos olvidarnos cuanto antes de lo que ha pasado y centrarnos en los tres partidos que quedan», indicó.

En esa tarea está implicado todo el que se considere osasunista. «Esto es un equipo y lo que vale es el espíritu de grupo. Todos debemos remar en la misma dirección y ponerlo todo sobre el campo. El que más fuerte sea de cabeza es el que va a salir adelante», resaltó el iruindarra.

«Lamentarse ahora ya no sirve de nada. Por eso, aun sabiendo que el partido de Mallorca es complicado, debemos sacar ese instinto de supervivencia. Sólo vale salir a ganar, sin miedo y no dudar de nosotros mismos», añadió.

Aunque bastante más afectado anímicamente por sufrir la cruda derrota sobre el césped, Puñal coincidió en que «en Mallorca nos tenemos que dejar la vida porque, ganándoles, lo tenemos otra vez en nuestra mano con una victoria ante el Murcia. La gente está mentalizada de que debemos vaciarnos como lo hicimos ante el Real Madrid y espero que tengamos un poco más de suerte».

N.M.

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