Acebes renuncia cuatro años después del 11-M
La mayoría de medios, comentaristas y políticos españoles contextualizaron la renuncia de Ángel Acebes a continuar en la dirección del PP dentro de la crisis interna de ese partido. Así, la noticia apareció en relación a los subsiguientes movimientos de sillas que asolan al PP tras la derrota electoral. Ese hecho, por sí sólo, expresa claramente el nivel y la calidad de la cultura política española.
Las razones por las que Ángel Acebes tendrá su triste página en la historia de Euskal Herria pueden ser varias. No en vano fue ministro de Interior con Aznar e impulsó el «pacto antiterrorista» entre PP y PSOE, que más tarde daría cobertura a la Ley de Partidos. Pero no cabe duda de que es imposible entender la figura política de Acebes al margen de su papel en el 11-M.
En definitiva, mientras para los vascos es motivo de alegría comedida que un político tan conservador, ultracatólico, neofranquista y hegemonista abandone la primera línea de la política, las élites españolas -y con ellas sus ciudadanos- meditan sobre si la razón de su renuncia será el enfriamiento de su amistad con Rajoy -que en vez de cesarlo aquel 12 de marzo lo ascendió a secretario general- o el suculento sueldo que tendrá a partir de ahora. Cabe señalar que ese nivel de reflexión proviene de los mismo que piensan que la sociedad vasca está «enferma».