El presidente del Banco Central Europeo (BCE) y portavoz del G-10, Jean-Claude Trichet, afirmó ayer que «los riesgos inflacionistas globales son significativos».

Tras la habitual reunión bimestral de los banqueros centrales de los países más industrializados para analizar la situación de la economía mundial, Trichet consideró que el crecimiento global continúa a un nivel importante gracias a la aportación de las economías emergentes y «pese a la ralentización observada en las economías industrializadas».

Trichet destacó que hablaba como portavoz del G-10 y no como presidente del BCE, ya que el jueves se reúne el consejo de gobierno del banco emisor europeo, en Atenas, para debatir los tipos de interés de la zona del euro y la semana anterior a esta reunión ningún miembro del máximo órgano ejecutivo del banco central puede hacer declaraciones sobre la política monetaria del área.

El BCE, por su parte, dejará los tipos de interés en el 4% para los países que comparten el euro, mientras el Banco de Inglaterra los mantendrá en el 5%.

Trichet instó a los bancos centrales a que mantengan la estabilidad de precios, ya que se observa un aumento de los precios del petróleo, otras materias primas, los alimentos y productos agrícolas en todas las economías sin excepción.

Además, el banquero francés destacó que se mantienen las tensiones en los mercados de dinero y recordó la medida dada a conocer a finales de la semana pasada. El BCE y la Reserva Federal estadounidense (Fed) han decidido aumentar la liquidez en dólares proporcionada a los bancos comerciales de la zona del euro hasta 25.000 millones de dólares en cada subasta con fondos a plazo.

El portavoz del G-10 explicó que los banqueros centrales del G-10 han observado que ahora se produce simultáneamente «una caída de los márgenes de morosidad de créditos recíprocos (credit default swaps), que señalan una mejor situación de las instituciones financieras» y un mantenimiento de las tensiones en los mercados de dinero.

DE otro lado, el petróleo Brent, de referencia en Europa, marcó ayer un récord en el mercado de futuros de Londres al cotizar a 118,50 dólares.Tras alcanzar ese máximo, el petróleo del mar del Norte moderaba su escalada y se pagaba a 117,75 dólares a las 15.48 GMT. La repentina subida del Brent, después de varios días de cotizar a cotas más bajas, coincidió con el aumento del Texas en EEUU, que superó por primera los 120 dólares en Nueva York.

El encarecimiento del petróleo se debe principalmente a una creciente preocupación por una posible escasez del suministro, sobre todo desde Nigeria, donde ha habido nuevos ataques a instalaciones que han afectado a la producción de Shell.