La comisión vecinal que se opone a la apertura de un crematorio en el tanatorio de Funeraria Bilbaína, en la Avenida Zumalakarregi, ha instado a los sindicatos y a los trabajadores del Ayuntamiento de Bilbo a que se posicionen contra este horno y el que pretende poner en marcha Servisa en la Estrada de San Agustín.

La plataforma ciudadana justifica su petición en que el nuevo edificio municipal que propone levantar el Consistorio -en el que trabajarían 1.000 empleados- se encontraría a 25 metros del tanatorio de Servisa y a un centenar de Zumalakarregi. El inmueble estaría, en su opinión, afectado por las emisiones que provengan de las chimeneas de los hornos donde anualmente se quemarán cientos de cadáveres, algo que estiman perjudicial para la salud humana.

Ante este riesgo, la comisión ha solicitado al comité de empresa del Ayuntamiento que se pronuncie públicamente en contra de los crematorios por ser «posibles instalaciones contaminantes en el casco urbano».

«Manifestamos que en esta petición no existen problemas de carácter ético o moral con respecto a la cremación de cadáveres, como fin de la existencia de las personas en este mundo. Tan sólo que por ser una instalación de carácter nociva para la salud de las personas, somos contrarios a su instalación en cascos urbanos», declaran los vecinos.