Gaizka Gañán cumplió ayer seis días desde que emprendiera una huelga de hambre y sed para reclamar a la dirección de la cárcel de Valdemoro que sea trasladado a un módulo en el que haya presos políticos vascos, petición que ayer aún no había sido atendida. Por tanto, el preso santurtziarra proseguía con su protesta.

En un comunicado de prensa, Askatasuna explicó que Gañán ha perdido cuatro kilos y que «su estado se está agravando». De hecho, agregó, los médicos que le atienden le indicaron ayer que de seguir esa tendencia será llevado hoy a enfermería.

El vecino de Santurtzi inició la protesta cuando fue introducido en una celda junto a un preso social; desde el primer día, los funcionarios lo vienen haciendo «a la fuerza», ya que Gañán se niega a ello. «Su petición es clara: que sea trasladado a un módulo en el que haya presos políticos, lo que hoy no ocurre, y que en caso de que tenga que compartir celda, sea con otro integrante del Colectivo». Precisamente, contra estas situaciones, los prisioneros vascos en Valdemoro llevaron a cabo plantes el pasado fin de semana.

En apoyo a su convecino, ayer 90 personas celebraron una concentración en Santurtzi. Para hoy, por el mismo motivo, se ha convocado una manifestación que partirá a las 19.30 desde la plaza del Ayuntamiento.

Precisamente, en defensa de los derechos de los prisioneros políticos, anoche se llevaron a cabo movilizaciones en diversas localidades. Fue el caso de Ondarroa, donde se reunieron 60 vecinos, Ataun (15), Zaldibia (20), Astigarraga (15), Iurreta (54), Laudio (49), Astrabudua (16, quienes recordaron especialmente a Jon Bilbao), Altza (21), Euba (9) y Añorga (14).