Los diputados generales de Bizkaia y Gipuzkoa, José Luis Bilbao y Markel Olano, respectivamente, anunciaron ayer la disposición de Bizkaia a tratar unas 25.900 toneladas de residuos sólidos urbanos hasta 2013, cuando estiman que estará en funcionamiento la incineradora de Zubieta. Las basuras domésticas irán a los vertederos de Jata e Igorre, mientras los voluminosos se dirigirán a la planta de Berziklatu, en Urtuella.

Bilbao, al igual que lo han hecho otros responsables forales vizcainos, negó que los desechos vayan a parar a Zabalgarbi, cuya capacidad de quemar basuras con su primera línea está saturada. La previsión de la Diputación vizcaina es de que, a partir de 2012, podría ponerse en marcha la segunda, una vez que el PNV logre enviar los residuos de Bilbo a la incineradora.

Las 25.900 toneladas que Bizkaia está dispuesta a asumir -que Olano consideró «aportación solidaria en favor del medio ambiente»- servirá para aliviar la grave situación en que se han metido los responsables de la institución de Gipuzkoa. La cantidad transferida supone un 15% de los desechos de Donostialdea que no han conseguido depositar en los vertederos de Lapatx, Urteta y Sasieta, y que impiden la clausura definitiva del polémico vertedero de San Marcos. Tras este acuerdo, según las previsiones del gabinete que preside Markel Olano, para este verano se cerrará la instalación de Errenteria.

El acuerdo deberá ser refrendado en el Consorcio de Residuos de Gipuzkoa, donde se prevé que será un trámite, y en las Juntas Generales de Bizkaia. En la Cámara vizcaina no está tan claro el respaldo de la mayoría pues los 23 apoderados jeltzales y el juntero de EA no se la otorgan. PSE, PP, EB, ANV y Aralar cuestionaron ayer mismo el anuncio, y solicitaron la comparecencia urgente del diputado de Medio Ambiente, Josu Madariaga, para que aporte detalles de un acuerdo que, por ejemplo, EB calificó de haberse tomado con «alevosía, nocturnidad y al margen de la oposición».

«Supone una actitud grave y una deslealtad manifiesta ante el PSE, que hay que recordar que fue firmante del Plan de Gestión de Residuos Urbanos. Nos hemos tenido que enterar por los medios de comunicación de este acuerdo, que deja todo en el aire y que no sabemos en qué medida repercutirá sobre este Plan», criticó el portavoz del PSE, José Antonio Pastor.

En las últimas comparecencias en Juntas Generales, desde el equipo de José Luis Bilbao se había negado una y otra vez un acuerdo de estas características. Consciente de su repercusión, el diputado general de Bizkaia manifestó ayer que «es un tema sensible para la ciudadanía y va a haber reacciones políticas», aunque apostilló que «las instituciones estamos para resolver problemas, no para crearlos».

A su vez, Olano, que ha conseguido dar una salida a un tema de gran transcendencia para su gobierno, hizo votos porque la perspectiva territorial no influya en la ratificación del acuerdo diseñado por el PNV. «Esperemos que no se use una argumentación territorial y que eso condicione la eficacia de la gestión de los residuos, ya que sería un planteamiento absurdo».

La Diputación guipuzcoana optó por esta solución después de que mantuviese contactos con su homóloga alavesa.