LA JORNADA Editorial 2008/5/8
Rusia: traspaso de poder y perspectivas mundiales
(...) con el fin de la guerra fría concluyó uno de los periodos de mayor tensión militar entre dos superpotencias con capacidad armamentista suficiente para arrastrar al mundo a su destrucción. En la actualidad, Rusia ya no representa la amenaza estratégica al equilibrio de poder que fue para Washington hasta finales de la década de los 80, pero ello no ha impedido que, al día de hoy, sea la segunda potencia nuclear, el país con el territorio más extenso y el principal exportador mundial de hidrocarburos. (...)
Vladimir Putin deja la presidencia rusa tras ocho años en los que esa nación exhibió avances innegables en términos económicos, pero también claros retrocesos en materia de democracia, de libertades civiles y derechos humanos. Ciertamente, el nuevo presidente ruso contará con un margen de acción limitado para gobernar al margen de la tutela de su antecesor (...).
Por otra parte, la sucesión en la presidencia de Rusia cobra especial relevancia porque pudiera implicar un nuevo rumbo en las relaciones de ese país con Estados Unidos, también a punto de renovar el Poder Ejecutivo. (...)
Por último, no puede dejar de señalarse la importancia que reviste el hecho de que dos de las naciones más poderosas del orbe renueven sus gobiernos en un contexto mundial marcado por la amenaza de la hambruna, y en el que la pobreza y la desigualdad imperantes vulneran los derechos de millones de personas. Ante tal panorama, sería deseable, y hasta imperativo, por elementales razones humanitarias, que con la alternancia en el poder en Estados Unidos y Rusia se diera un cambio de fondo en sus respectivas actitudes tradicionales, y que en vez de que esos dos gigantes sigan destinando cuantiosos recursos económicos al acrecentamiento de su poder armamentista y al fortalecimiento de sus mecanismos de defensa, trabajaran de manera conjunta para la consolidación de un mundo más justo y equilibrado.