MONDE DIPLOMATIQUE Ignacio Ramonet
Motines del Hambre
Son rebeliones de los más pobres y limitadas al ámbito urbano. El campesinado, por el momento, no se ha amotinado, y las clases medias no se han sumado al alboroto. Pero lo harán si los precios de la comida siguen aumentando. Y éstos subirán pues lo paradójico de la situación es que nunca la producción agrícola había sido tan abundante. (...)
¿Por qué aumentan los precios de la comida? Esencialmente, por cuatro razones. Primero porque la elevación del nivel de vida de países como China, la India y Brasil ha modificado los hábitos alimentarios. Se consume más carne, luego hay que criar más ganado. El cual consume una parte importante de las cosechas de cereales. Las nuevas clases medias comen más veces a la semana carne de pollo y de cerdo, y estos animales se nutren a base de soja y de maíz. (...)
Segundo, porque una parte de la producción alimentaria (caña de azúcar, girasol, colza, trigo, remolacha) se destina ahora a la producción de agrocarburantes. Las tierras y los cultivos que se dedican a esa actividad ya no dan alimentos para los seres humanos. Y esto también se va a agravar. (...) Responsable en parte de esta situación, el Fondo Monetario Internacional afirma que entre un 20% y un 50% de las cosechas mundiales de maíz y de colza ya están siendo desviadas para elaborar carburantes.
Tercero, porque el estallido de los precios del petróleo -por encima de 115 dólares el barril- encarece el coste de los transportes (...).
Cuarto, por efecto de la especulación financiera. Huyendo de la crisis de los subprime , los fondos de inversiones apuestan en este momento por los productos alimentarios: soja, trigo, arroz, maíz. (...)
Los países ricos se comprometieron hace tiempo a consagrar el 0,7% de su Producto Interior Bruto al apoyo de los países pobres. Muy pocos han cumplido esa promesa. En su conjunto, el año pasado la ayuda disminuyó un 8,4%. ¡Y la asistencia a la agricultura de los Estados del Sur bajó, en los últimos veinte años, un 50%! ¿Cómo extrañarse de la proliferación de los motines? ¿A qué se espera para crear, por fin, un gran Fondo Mundial contra el Hambre?