El centro cívico del barrio bilbaino de San Francisco acogió durante todo el día de ayer las jornadas sobre el derecho a la vivienda organizadas por el Consejo de la Juventud de Euskal Herria. Unos 170 jóvenes llegados desde distintos puntos de la geografía vasca debatieron y participaron en las distintas charlas celebradas para compartir experiencias y aunar fuerzas con un objetivo: garantizar el derecho a la vivienda.

Desde el Consejo de la Juventud se mostraron satisfechos con la respuesta obtenida, porque quedó escenificada la «pluralidad» del colectivo de jóvenes vascos y la voluntad existente para hacer frente al «sangrante problema de la vivienda».

Un derecho negado

Las jornadas dieron comienzo pasadas las 10.30 de la mañana con una charla en la que se situaron las claves principales del problema. Dos representantes del Consejo de la Juventud recordaron como premisa que el artículo 25 de la Declaración Universal de Derechos Sociales reconoce que «toda persona tiene derecho a un nivel de vida adecuado y que le asegure, así como a su familia, la salud y el bienestar, y, en especial, la alimentación, el vestido, la vivienda, la asistencia médica y los servicios sociales».

Sin embargo, denunciaron que las leyes vigentes en materia de suelo y vivienda no reconocen el derecho a la vivienda y que los responsables de esta situación son el «lobby de la construcción» y el «déficit democrático y participativo de las ins- tituciones».

Asimismo, reivindicaron que, aunque la vivienda «tiene que tener gestión pública, eso no significa que tiene que ser del Estado o de las instituciones, sino que tiene que ser comunitario para que los ciudadanos podamos tomar parte activa».

Tras el acto de bienvenida, los participantes se dividieron en grupos de trabajo para debatir sobre problemáticas que afectan sobre todo a las mujeres, los agricultores o los inmigrantes jóvenes. Hablaron también de precariedad, de políticas municipales, de turistificación, de ocupación... Al mediodía, pararon para ir a comer y a primera hora de la tarde realizaron un debate para tratar de aglutinar de la mejor manera las fuerzas de los movimientos a favor del derecho a la vivienda.

Posteriormente, realizaron una mesa redonda para conocer experiencias diferentes en Euskal Herria, Barcelona, Amsterdam, Madrid, Alemania o el pueblo andaluz de Marinaleda. Tras la charla hubo una asamblea general y anunciaron que darán a conocer las conclusiones en los próximos días.