El Ejército frena las medidas contra Hizbullah impuestas por Siniora
El Ejército libanés dio marcha atrás a las intenciones del primer ministro Fouad Siniora de aplicar medidas contra Hizbullah, el movimiento chií que lidera la oposición antioccidental. El Ejército investigará la red de telecomunicaciones de Hizbullah -que fue básica para vencer a Israel en 2006- y mantendrá en su puesto de jefe de seguridad del aeropuerto de Beirut a un dirigente del movimiento chií mientras se investigan las acusaciones de Siniora.
GARA |
El Ejército libanés frenó ayer de manera temporal las medidas aprobadas por el Gobierno del primer ministro, el prooccidental Fouad Siniora, que había decidido acabar con la red de comunicaciones del movimiento chií Hizbullah y destituir al jefe de seguridad del aeropuerto de Beirut.
En un comunicado difundido ayer, el Ejército aseguró que tratará el asunto de la red de telecomunicaciones de tal forma que ni el Estado ni Hizbullah salgan perjudicados.
El Gobierno libanés decidió el pasado martes acabar con la red telefónica de Hizbullah, que fue básica para la derrota que infligieron al Ejército israelí tras la invasión de verano de 2006, y destituir al responsable de seguridad del aeropuerto, Wafic Choukair, a quien acusan de instalar cámaras de vigilancia que estaban bajo control de la formación que dirige Hassan Nasrallah.
Estas decisiones, que fueron consideradas por Nasrallah como «una declaración de guerra» están consideradas como el detonante de los enfrentamientos registrados en Líbano desde el pasado miércoles, en los que ya han muerto al menos 34 personas y más de cien han resultado heridas.
El Ejército libanés anunció que mantendrá a Choukair en su puesto a la espera de que una investigación determine si abusó de su cargo. Asimismo, también señaló que los militares «se encargarán de estudiar la cuestión de la red de telecomunicaciones».
Antes de que se hiciera público el comunicado del Ejército, Siniora compareció para denunciar que «la democracia ha sido apuñalada en el corazón, pero el Estado libanés no caerá ante los golpistas», en referencia a los seguidores de Hizbullah.
«Pido al Ejército que imponga la seguridad en todas las regiones y que retire inmediatamente a todos los hombres armados de las calles», añadió Fouad Siniora.
En este sentido, el primer ministro libanés criticó a los militares por no haber intervenido en los combates, ya que instó al Ejército a «asumir sus responsabilidades nacionales sin dudar un momento».
El Ejército, que tradicionalmente se encarga del mantenimiento del orden público, había recibido la consigna de no intervenir en los combates, ante el temor de que se produjera una escisión en sus filas. Ayer, los militares mantuvieron una intensa presencia en las principales arterias de la capital libanesa.
En Beirut, dos personas murieron y 20 resultaron heridas cuando dos hombres dispararon contra la multitud durante un funeral por un civil suní muerto en los combates al oeste de Beirut.
Al norte del país, en Halba, catorce personas, la mayoría civiles, murieron como consecuencia de los enfrentamientos entre militantes de una formación prosiria y partidarios de la progubernamental Corriente del Futuro, que lidera el suní Saad Hariri.
La oposición libanesa, liderada por Hizbullah, decidió retirar a sus hombres armados del oeste de Beirut y ceder el control de la capital al Ejército, aunque anunció que proseguirá con su campaña de desobediencia civil contra el Gobierno de Fouad Siniora.
Alí Hassan Khalil, diputado de la formación chií Amal, señaló, tras hacerse público el comunicado de los militares, que «la oposición saluda la decisión del Ejército de frenar las medidas impuestas por el Gobierno contra Hizbullah y procederá a la retirada de sus hombres armados de Beirut para que el control de la capital sea confiado al Ejército».
En cualquier caso, Hassan Khalil precisó que «la oposición mantendrá su movimiento de desobediencia civil hasta que sus reivindicaciones políticas sean satisfechas».
Un responsable de la oposición declaró a France Presse bajo la condición del anonimato que las carreteras, especialmente la del aeropuerto de Beirut, continuarán bloqueadas.
Por otra parte, Hizbullah acusó ayer a los partidarios del líder druso Walid Joumblatt, uno de los integrantes de la mayoría gubernamental que lidera Siniora, de haber secuestrado a tres de sus militantes y de haber matado a dos de ellos.
«Les han tirado al suelo y les han apuñalado. Luego, han arrojado sus cuerpos delante del hospital Iman de Aley», una ciudad de mayoría drusa al este de Beirut, indicó Hizbullah en un comunicado en el que añade que se desconoce qué ha ocurrido con el tercer secuestrado y culpa personalmente a Joumblatt de su suerte.