IPURUA Empate ante un rival directo
El carpetazo a la mala racha armera se quedó a medio camino
El Eibar puso fin a la dinámica que le había llevado a perder los tres últimos encuentros, aunque no pudo pasar del empate frente a un gran rival. El equipo azulgrana, pese a todo, sigue obligado a sumar una victoria para certificar la permanencia.
EIBAR 2
LAS PALMAS 2
Amaia U. LASAGABASTER | EIBAR
El Eibar puso fin ayer a la pésima dinámica en la que había entrado, con tres derrotas consecutivas, aunque el carpetazo se quedó a medio camino. La culpa la tuvo un gran rival, que acabó llevándose un punto de Ipurua, pese a que los azulgranas llegaron a marchar con dos goles de ventaja en el marcador.
De hecho, la sensación de haber perdido dos puntos no fue tan pronunciada como en otros encuentros remontados por el rival, por mucho que la victoria que durante muchos minutos acarició el cuadro armero acabase escapándose pese a que, incluso, el Las Palmas concluyese el partido con diez jugadores. Pero la buena imagen ofrecida por momentos por los eibarreses permitió, por un lado, acabar con parte del pesimismo originado en las últimas semanas y la, incluso mejor, actuación de Las Palmas permitió apreciar un poquito más las tablas.
Visto sobre todo lo sucedido en la primera parte, pese a que, curiosamente, fue cuando llegaron los dos goles azulgranas. Fruto de un acierto más que considerable, porque el juego e incluso las ocasiones, tuvieron marchamo canario. Con una envidiable mezcla de trabajo y calidad, el Las Palmas se plantó mejor en el campo, se hizo con el balón y lo movió a su gusto, frente a un rival que durante algunas fases se limitó a aguantar el chaparrón como pudo.
Pero la fortuna también cuenta, y un córner fruto de una de sus escasas aproximaciones al área acabó en penalti favorable al Eibar, que Asier Goiria se encargó de materializar. No le sentó nada bien a un Las Palmas que redobló esfuerzos para acabar sometiendo a Iván Cuéllar a media hora de auténtico acoso. Adrián, Márquez o Darino acumularon argumentos para recuperar el empate inicial.
Pero el fútbol no entiende de justicia y, a dos minutos del descanso, una bonita jugada permitió al Eibar aumentar su ventaja, con un balón en profundidad para Goiria, que el delantero centró desde la línea de fondo para que Yagüe lo empujase al fondo de la red.
Una pena que el primer tiempo no acabase justo en ese momento, y más aún que el Las Palmas cuente en sus filas con un jugador de la calidad de Adrián que, sólo un minuto después, anotaba el 2-1 con una preciosa vaselina desde la frontal del área armera.
Recordando experiencias pasadas y viendo la superioridad visitante en la primera parte, los augurios durante el descanso no eran los mejores. Pero aunque la mala racha haya podido pasar factura anímica y el Eibar haya perdido frescura con el paso de los meses, no ha pasado lo mismo con la casta de los azulgranas, que en la reanudación saltaron al campo con el cuchillo entre los dientes. Hubo traspaso de poderes y el ritmo y las ocasiones empezaron a correr del lado de los azulgranas. Lamentablemente, el acierto también cambió de acera y se personificó en la figura de Santamaría -especialmente destacable su despeje junto a la escuadra a una vaselina de Del Olmo, un doble rechace posterior ante el propio atacante vizcaino, y una intervención, ya en tiempo de descuento, ante Zamora- y, de nuevo, Adrián. En el minuto 65 el delantero asturiano establecía el empate definitivo, al aprovecharse de un centro a la olla.
Dentro de lo malo, el Eibar afrontó la recta final con la lección del Castellón bien aprendida. Siguió buscando la victoria -y la rozó, con ocasiones de Yagüe, Txiki o Zamora-, pero guardó la ropa, incluso cuando el Las Palmas se quedó con un jugador menos por la expulsión de Christian, sabedor, sobre todo tras los últimos tropiezos, de que un punto también puede marcar la frontera entre permanencia y descenso. Tiene todavía cinco jornadas por delante para hacerlo bueno.
Las reacciones tras el encuentro traslucieron cierto sabor agridulce, aunque probablemente menor al de otras situaciones similares. Y es que el técnico y los jugadores azulgranas prefirieron destacar la calidad mostrada por el rival y el fin de la racha de derrotas más que los dos puntos perdidos.
«Es una pena después de habernos puesto con dos goles de ventaja», se lamentó Manix, pero destacó igualmente que «hemos jugado contra un gran rival. Me ha sorprendido, porque sabía que eran grandes jugadores, pero no pensaba que, por momentos, nos fuesen a tener al aire como nos han tenido». Una circunstancia que, en opinión del técnico, demuestra que equipos «que han estado o que están abajo, tienen grandes futbolistas y son grandes equipos. Quizá haya que empezar a valorar más la cantidad de puntos que hemos sumado», reivindicó.
En lo que respecta a la situación del Eibar, Manix cree que «hay que quedarse con que hemos sumado un punto, hemos dado un paso y hemos acabado con la dinámica que llevábamos».
A.U.L.