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Urkullu rebaja aún más la oferta de Ibarretxe ante la llegada de Zapatero

José Luis Rodríguez Zapatero estará hoy en el BEC de Barakaldo, y el PNV espera alguna respuesta a la oferta de acuerdo escrita en negro sobre blanco por Juan José Ibarretxe el viernes. Ayer, el presidente jeltzale, Iñigo Urkullu, quiso poner el acento en que sólo piden «un traje institucional de diseño propio» que suponga más autogobierno. EA, por su parte, argumentó ante Zapatero que un eventual pacto quizás «haría replantear su posición a la izquierda abertzale».

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En la víspera de la visita de Zapatero a Euskal Herria, donde intervendrá hoy en el mitin del denominado Día de la Rosa, el PNV quiso allanar aún más el camino al acuerdo con un acto sobre la iniciativa del lehendakari en la que paradójicamente no intervino éste, sino el presidente jeltzale. Iñigo Urkullu lanzó al inquilino de La Moncloa el mensaje de que realmente sólo piden más autogobierno.

En su intervención durante una Asamblea Nacional con carácter «informativo» celebrada en el Palacio Euskalduna, Urkullu reclamó «un traje institucional de diseño propio» tras hacer un repaso a los incumplimientos del Estatuto de Gernika. Aferrándose a ese mismo símil, estimó que «el traje institucional y sociopolítico» confeccionado en 1977 se ha quedado «pequeño, pasado de moda y deshilachado para la Euskadi de hoy».

Así las cosas, Urkullu defendió que «hay que volver a coger tela, hilo y aguja y ponernos a coser un nuevo traje. Y en el caso de Euskadi, no vale uno pret-a-porter, no podemos ir al almacén de la España de las Autonomías y coger de la estantería el primero que nos guste. Debe ser un traje singular».

El mandatario jeltzale únicamente aludió al derecho a decidir, que Ibarretxe sitúa como clave de bóveda de su oferta, para instar a Zapatero a abrir una vía para su reconocimiento.

Urkullu concluyó su mensaje afirmando que en caso de que no haya acuerdo con Ibarretxe «cada uno seguiremos defendiendo nuestros planteamientos y nuestras iniciativas hasta el final». El presidente jeltzale evitó esta vez conceptos como el del «choque de locomotoras», que sí usó hace unas semanas en Madrid en un contexto discursivo similar. Garantizó además a Rodríguez Zapatero que esa fase posterior se desarrollaría «desde el respeto a las reglas de juego, con absoluta normalidad democrática».

También le prometió mantener su línea contra ETA: «Lo he dicho en varias ocasiones, con ETA no compartimos ni los principios ni los fines ni los objetivos. El `Gora Euskal Herria independiente, sozialista eta iraul- tzailea' no es lo nuestro. Hoy, como siempre, decimos `Gora Euskadi askatuta'».

EA confía en los efectos

Por su parte, EA trata de convencer al PSOE para que varíe su posición contraria a la oferta de Ibarretxe con un nuevo argumento. Su presidente, Unai Ziarreta, le indicó ayer que «si Zapatero firma la propuesta que el Gobierno Vasco ha planteado, toda la izquierda abertzale se vería en la obligación de tener que replantearse su estrategia y replantearse su posición en la cuestión del terrorismo».

Ziarreta recordó que la propuesta recoge «casi palabra por palabra un texto que el PSOE estuvo a punto de firmar con ETA y Batasuna», por lo que entiende que debería aceptarlo también cuando quien lo plantea es Ibarretxe.

Como aclaró ayer GARA, el documento remitido por Ibarretxe anteayer a La Moncloa es el mismo segundo borrador que la izquierda abertzale consideró ambiguo y que reclamó concretar, entre otras cosas citando expresamente la independencia entre «todas las opciones materializables». PSOE y PNV se negaron a ello.

«Terreno embarrado»

El PSOE niega la mayor. José Antonio Pastor, su portavoz en el Parlamento de Gasteiz, insistió ayer en que en las conversaciones de Loiola no hubo acuerdo ni preacuerdo. Consideró que la iniciativa del lehendakari de volver a poner sobre la mesa el segundo borrador es «tratar de meter en una contradicción a los socialistas» y Pastor le dejó claro que «no nos vamos a meter en ese terreno embarrado».

En una tertulia en Radio Euskadi, el representante del PSE incidió en atribuir un objetivo meramente electoralista a la propuesta de Ibarretxe. Consideró que el lehen- dakari trata de repetir el esquema que le dio 600.000 votos en las autonómicas de 2001 frente a Jaime Mayor Oreja (PP). Pero le aseguró que «el señor Zapatero no es un coco precisamente».

Similar mensaje lanzó en Iruñea el número dos del PSOE, José Blanco. Ligó la iniciativa a «los problemas electorales de Ibarretxe» y le replicó que hablar de acuerdos de Loiola «sólo forma parte de su imaginario».

Mientras tanto, la mención a un órgano común institucional Iruñea-Lakua en la propuesta de Ibarretxe sigue dando que hablar en Nafarroa. Tras las críticas de UPN, PSN e IUN, Patxi Zabaleta (Nafarroa Bai) afirmó ayer que «la normalización y civilización de las relaciones institucionales ahora completamente rotas resulta una necesidad apremiante».

Al respecto, Blanco dijo que «el futuro de Navarra lo deciden los navarros, no el señor Ibarretxe».

EL TOPE DE MADRAZO

Estos críticos no confirmaron la presentación de candidato, pero se da por segura. Eso pondría en un brete a Madrazo, que ya ha dicho que vería «insuficiente» obtener un respaldo menor al 63% logrado en la asamblea anterior.

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