Al menos once soldados paquistaníes murieron en la madrugada de ayer en Mohmand durante un ataque aéreo con misiles de la coalición de la OTAN liderada por Estados Unidos en Afganistán, en un momento en el que Washington responsabiliza a Islamabad de la expansión de Al Qaeda en las zonas tribales del noroeste del país. La coalición internacional desplegada reconoció haber bombardeado en dirección a territorio paquistaní, pero alegó que el objetivo eran milicianos talibán.

Gobierno y Ejército paquistaní protestaron por esta agresión, que fue calificada de «cobarde» por las Fuerzas Armadas. Este ataque ha sido el más grave desde que Islamabad se aliase en 2001 con EEUU en su «guerra contra el terrorismo». Desde entonces, los incidentes fronterizos se han multiplicado.

En la noche del martes, tropas paramilitares paquistaníes encargadas de vigilar la frontera con Afganistán interceptaron a un grupo de soldados del Ejército afgano que intentaban instalar un puesto de control en el distrito tribal de Mohmand, uno de los bastiones de los talibán y de los combatientes de Al Qaeda en territorio paquistaní, según Islamabad. Soldados paquistaníes y afganos, que aseguraban estar en territorio afgano, se enfrentaron a tiros.

«Poco después de medianoche, un misil lanzado desde Afganistán cayó sobre nuestra posición y mató a once soldados, hiriendo a nueve más».

La coalición de la OTAN reconoció haber abierto fuego en dirección a Pakistán, pero dijo que el objetivo eran «elementos antiafganos» y añadió que la respuesta «había sido coordinada con Islamabad».

Según militares paquistaníes, combatientes islamistas atacaron a las tropas afganas que cruzaron la frontera y quince de ellos murieron en un ataque de helicópteros de la coalición. Un portavoz talibán paquistaní, Maulvi Omar, admitió ocho fallecidos entre sus filas e informó de que un aparato fue abatido y se capturó a ocho soldados.