Pasadas las 19.30, la Ertzaintza, la Guardia Civil y la Gendarmería francesa forzaron a los piquetes de transportistas a abrir la A-8 al tráfico de vehículos pesados en Biriatu, incorporando a los cientos de camiones que se encontraban bloqueados desde el inicio de la huelga de transportes. En el peaje de Irun la Ertzaintza desvió a los turismos para facilitar la salida de los camiones. Hasta ese momento, las colas alcanzaban los siete kilómetros en sentido a Lapurdi y tres en dirección a Gipuzkoa y miles de camioneros de diferentes nacionalidades se vieron obligados a convivir con escasez de comida, bebida y aseo. Además el Gobierno de Lakua cumplió su anuncio de que montaría convoyes protegidos por la Ertzaintza para garantizar el abastecimiento y los primeros escoltaron a camiones de Repsol desde Rivabellosa hasta las gasolineras de Gasteiz, aunque se distribuyó un 40% menos de la cantidad de carburante diaria habitual.

En Nafarroa convoyes de camiones fueron escoltados por la Guardia Civil, sobre todo en la comarca de Iruñea para permitir la distribución de combustible, y se controló la actuación de piquetes informativos en puntos como Los Arcos, Espinal y Orrreaga. En Bilbo unos 180 camiones y furgonetas de transportistas llevaron su protesta al centro de la ciudad para reclamar una tarifa mínima, con una caravana que provocó retenciones de tráfico.

Tradisna indicó que el paro de transportistas en Nafarroa «es absoluto», ya que «la gente está muy concienciada y muy unida». Su presidente se mostró satisfecho del seguimiento, pero «no en cuanto a la consecución de los objetivos por los que se convocó» esta movilización.

Un grupo de transportistas navarros mantuvo un minuto de silencio en la Ciudad del Transporte, en señal de duelo por el fallecimiento de un miembro de un piquete en Granada y las heridas sufridas por un camionero en el incendio de su vehículo en Alicante.

Las consecuencias del paro del transporte se empezaron a notar cada vez más en las empresas vascas: la mayor parte de ellas no podía recibir material ni distribuir el producto ya fabricado. Entre las cerradas se encuentran Mercedes, Fagor Electrodomésticos, Irizar y Orona, mientras que otras como Bridgestone y Michelin tenían previsto parar si el paro persiste. Mercedes indicó que podría reanudar la actividad hoy por la tarde si comenzase a recibir los suministros necesarios. No sólo las grandes están afectadas, ya que el paro está paralizando sectores como la industria auxiliar del automóvil, la construcción y químicas.

Así, la paralización del parque de proveedores de Mercedes fue inmediata tras la medida de la multinacional, que trabaja con el sistema just in time, sin almacenamiento de piezas.

Expedientes

Confebask afirmó que pese a ser «una huelga anunciada», el margen de maniobra de las empresas para prevenir posibles consecuencias en estas situaciones «es siempre escaso, cuando no inexistente». Por ello, expresó la «creciente preocupación» existente entre las empresas porque «de mantenerse la huelga, los problemas «crecerán de forma exponencial en los próximos días paralizando la actividad de un número creciente de empresas en una coyuntura económica, además, especialmente delicada».

Ante la posibilidad de que se prolongue la huelga, la patronal vizcaína Cebek advirtió de que varias empresas se están informando sobre la tramitación de expedientes de regulación de empleo.

La mayor parte de las empresas industriales guipuzcoanas, a excepción de las de automoción, disponen de suministro suficiente para mantener su actividad a lo largo de esta semana, según Adegi. Al igual que en el caso de Cebek, algunos están solicitando respecto a las medidas a adoptar en caso de que la situación se prolongue.

La factoría de Volkswagen Navarra paró su producción a las 14.00 debido al desabastecimiento de piezas y varias empresas están realizando consultas al Gobierno navarro sobre expedientes de regulación de empleo.

Una de estas empresas, Vega Mayor, de Milagro, del sector agroalimentario, ha presentado ya un expediente que afecta a 540 personas. Factorías como BSH de Eskiroz alternan periodos de parada de producción con otros de cierta actividad y Luzuriaga de Tafalla está prácticamente parada. En Araba, la patronal SEA señaló que, de persistir la protesta, «se va a complicar mucho la situación porque no hay stock para aguantar mucho tiempo». Además de Mercedes y sus proveedores, otras empresas alavesas están paradas porque «no pueden ni recibir materia prima, ni producto para fabricar y tampoco pueden mandar pedidos».

Hostelería y mercados

El sector de la hostelería está abastecido para cuatro o cinco días pero si la huelga se prolonga más «habrá problemas e incluso sería una catástrofe», afirmaron los gerentes de las asociaciones de hosteleros de Araba, Bizkaia y Gipuzkoa.

En el caso de Bizkaia, los hosteleros que se dedican a dar comidas están adaptando los menús a los productos que hay disponibles en el mercado. En Araba algunos carniceros y pescateros mayoristas han tenido que cerrar sus negocios porque no les llega el producto.

Las consecuencias para la vida diaria se mantienen, tanto porque no llegan alimentos a las tiendas como por la acaparación de productos por los ciudadanos, que en numerosos comercios vaciaron los estantes de leche, yogures, huevos y otros productos. También faltan pescados y fruta de temporada, como las cerezas.

En el mercado mayorista más grande, Mercabilbao, ayer se ha vendió un 85% menos que un día normal. El presidente de Tradisna, Juan Luis Aldaya, afirmó que el paro ha afectado ya de forma notable a Mercairuña, que «se ha quedado prácticamente sin producto», sobre todo pescado, del que «no queda absolutamente nada», aunque hay existencias de producto perecedero que estaba almacenado desde la semana pasada.

Tradisna, la asociación de autónomos que secunda el paro en Nafarroa, llegó a un acuerdo con el Departamento de Agricultura para la recogida de leche en las explotaciones ganaderas, productos perecederos como espárrago para industria y está repartiendo a las granjas.