Gari Uranga es uno de los ejemplos de la entrega de la plantilla en pos del ascenso. De la misma forma que Garitano está dispuesto a forzar para llegar al domingo, él ha querido jugar los dos últimos partidos con una fisura nasal a pesar de que nadie les ha comunicado nada del contrato que se les acaba.

El de Ibarra recordaba ayer que «no sólo es mi caso. Xabi juega con el brazo que sólo él sabe cómo lo tiene, la semana pasada Iñigo asumió riesgos con la rotura, yo con la nariz... Por mucho que diga la gente, los jugadores estamos deseando darlo todo por esta camiseta y poder subir. Muchas veces se cuestiona nuestro rendimiento, pero hacemos todo lo que podemos, lo damos todo y no puedo pedir más a mis compañeros. Todos queremos estar arriesgando porque el premio es muy grande y queremos ser parte de este equipo y del ascenso a Primera».

Al igual que hizo ayer Aranburu en GARA, Gari trasmitió el malestar de la plantilla por la carta de un alcalde que en el minuto 92 pensaría en cómo agasajarlos en su Ayuntamiento y en el 94 cuestionaba su sentimiento: «Me ha extrañado que se dude de nuestras ganas de subir. Se ve que la gente con problemas físicos está arriesgando y dando todo. Por eso quiero sacarle la cara al equipo, da todo lo que tiene. No es fácil, son muchos partidos, tenemos una gran presión, estamos haciendo lo máximo y, si logramos el objetivo, es un premio grande».

Mucho mérito

Y es que, como bien apuntaba ayer López Ufarte en una entrevista, tiene gran mérito que la Real haya llegado con opciones de ascenso con todo lo que ha tenido que soportar esta plantilla. Y eso que el irundarra no se puede imaginar el estado en el que está inmerso el club y que ven todos los días los jugadores dentro de Zubieta, con lo que se agranda su ansiedad por subir y hacer algo para intentar solucionar el desastre que les rodea.

Y el mérito es mayor en jugadores que acaban contrato dentro de pocos días sin que nadie les diga nada sobre su futuro. En esa línea, Gari tiene claro que el del domingo puede ser su último partido en la Real. Deja claro que su gran ilusión es seguir en Primera vestido de blanquiazul, aunque ve más difícil ahora lo segundo que lo primero.

«Estamos varios compañeros así. Nadie sabe nada y tenemos que esperar. Está claro que nuestro objetivo, si tenemos que irnos, es hacerlo tras devolver al equipo a Primera, sería perfecto. Somos gente que llevamos aquí tiempo. Ésta es mi casa. Llevo 16 años, toda mi vida, como jugador de la Real. Siempre será mi equipo. Si el club decide que no siga no hay ningún problema. Vendré a Anoeta a ver los partidos como un aficionado más y por eso mi ilusión es devolver al equipo a Primera».