Esclavos que sobrevivieron al franquismo acudirán al homenaje en el alto de Igari
Iñaki VIGOR |
Bixente Lacasia estuvo prisionero en la guerra de 1936, fue obligado por los franquistas a realizar trabajos forzados en Africa y Canarias, y cuando regresó a su localidad natal de Burgi se «exilió» a Zuberoa. A sus 90 años de edad, sigue siendo uno de los supervivientes que acude cada año al homenaje a los esclavos del franquismo que se hace en el puerto que une las localidades de Igari y Bidankoze.
Este año el homenaje llega a su quinta edición. Los actos, organizados por la asociación Memoriaren Bideak en colaboración con el Instituto Gerónimo de Uztariz y Eguzki Bideoak, comenzará mañana a las 12:30 junto al monolito de recuerdo a los esclavos del franquismo levantado en el citado puerto.
Según informaron ayer Fernando Mendiola y Ana Barrena en nombre de Memoriaren Bideak, el acto estará presentado por Juan Kruz Lakasta y contará con las actuaciones de Fermin Balentzia y el zanpantzar de Burlata, para finalizar con un aurresku y entrega de flores a los represaliados.
Además de Bixente Lacasia, está prevista la asistencia de Isaac Arenal, vecino de Madrid que fue obligado a realizar trabajos en la vía del tren en Altsasu; Félix Padin, de Miranda de Ebro, que trabajó en la carretera de Erronkari y que en la actualidad, a sus 92 años de edad, sigue siendo un miembro activo de CNT en Miranda de Ebro, y otros tres ex prisioneros de Bizkaia: Luis Ortiz Alzau, Sebastián Erdoiza y Eduardo Uribe. Este último fue obligado a trabajar en la construcción de la carretera de Lesaka a Oiartzun, y los otros dos en la de Erronkari.
Dos mujeres significativas
Al homenaje también está prevista la asistencia de familiares de represaliados, y en concreto de dos mujeres muy significativas: Marcel Melgar, de Barakaldo, que en los años 40 visitó a su novió en Erronkari y dejó constancia de aquellos hechos gracias a su cámara de fotos, y Mercedes Martín, hija de Antonio Martín Castillo, un vecino de Jaén que trabajó y murió en la construcción de la carretera de Bidankoze. Su hija no llegó a conocerle, y hasta hace un par de años ni siquiera sabía dónde había sido obligado a trabajar ni dónde había sido enterrado.
Entre los aproximadamente 2.000 prisioneros que fueron obligados a trabajar como esclavos en Erronkari, había vizcainos, andaluces, gallegos y asturianos, principalmente, y de todas las tendencias políticas: comunistas, anarquistas, nacionalistas, republicanos...
El homenaje se completará con una obra especial a cargo del colectivo Hutsarte, la presencia del Autobús de la Memoria y una comida autogestionada en el frontón de Burgi.