Turquía dará el martes un nuevo pequeño paso en su proceso de adhesión a la Unión Europea, pero su avance está amenazado por la posible prohibición en los próximos meses por los tribunales del gobernante AKP, lo que podría conllevar una suspensión de la negociación.

Los embajadores de los Veintisiete dieron ayer luz verde a la apertura de otros dos de los 35 capítulos temáticos que centran las negociaciones de adhesión de Turquía a la UE, los referidos al derecho de sociedades y de la propiedad intelectual. El Estado francés, el principal opositor a la adhesión junto a Chipre, no puso dificultades.

Coincidiendo con el anuncio de este pequeño avance, tropas turcas continuaban desarrollando un operativo contra el Partido de los Trabajadores de Kurdistán (PKK) en una zona montañosa de la provincia de Hakkari, en Kurdistán Norte, donde esta guerrilla es especialmente activa y donde ayer murió un soldado turco como consecuencia de la explosión de una mina cuya colocación Ankara atribuyó al PKK.

En el sur del país, en Jalawla, provincia de Diyala -donde viven kurdos chiiítas-, la explosión de una bomba mató el miércoles por la noche a tres peshmergas, fuerzas militares de Kurdistán Sur que participan en operaciones en la zona, e hirió de gravedad a otros cinco. La deflagración fue causada por un artefacto casero que estalló al paso de su vehículo.