Siete palestinos, seis de ellos milicianos de Hamas y un bebé de cuatro meses, murieron ayer en la explosión de una casa en el norte de la Franja de Gaza, según el último balance de los servicios de urgencias. La explosión, ocurrida en el interior de la casa en Beit Lahya, hirió a 51 personas, entre las que hay quince niños.

Testigos presenciales y Hamas atribuyeron a una incursión aérea de Israel el ataque contra una vivienda de dos plantas perteneciente a un jefe militar de esta organización, que estaba ausente, aunque el Ejército hebreo negó su implicación. Hamas respondió lanzando medio centenar de cohetes contra el sur de Israel.

Además, ayer dos ataques israelíes acabaron con la vida de otros tres activistas, en Yan Junis y Beit Lahya.