El contramaestre J.M.P., de 50 años, falleció en el Golfo de Guinea cuando estaba procediendo a la estiba de un carretel de redes mediante una polea del propio barco, Txori Urdin, según indicó un portavoz de Osalan a Europa Press. Indicó que, por causas que se desconocían, se rompió la polea y el carretel cayó sobre la cabeza del trabajador, que falleció.

LAB, que ayer mismo convocó una concentración en Eskolape de Lekeitio y otra para el lunes, ante la empresa Inpesca de Bermeo, mostró su solidaridad a la familia y amigos del trabajador fallecido y pidió a las administraciones competentes que aclaren «en el menor plazo de tiempo posible» las circunstancias en que se produjo el accidente y que «se depuren las responsabilidades». Aseguró que este accidente, «como todos los ocurridos, hubiera sido fácilmente evitable, pero, una vez más, la historia se repite».

Denunció que la «precariedad, la falta de control del trabajo y los ritmos de trabajo inhumanos hace que la seguridad y la salud laboral queden en un segundo, tercer o cuarto plano, en un sector como el pesquero que, conjuntamente con el de construcción, es de especial peligrosidad».

Subrayó que «lo único importante es producir mas en el menor tiempo posible, sin importar quién o qué quede en el camino».

Con la muerte de J.M.P. son, al menos, 46 los trabajadores que han fallecido a consecuencia de accidentes mientras se encontraban trabajando.