La milicia del Mahdi trabajará asuntos sociales y mantendrá un núcleo armado
El líder chií iraquí Moqtada al-Sadr ha anunciado la reorganización del Ejército del Mahdi, que conservará un núcleo «especial» dedicado a combatir las fuerzas ocupantes de EEUU, pero que deberá asimismo desarrollar más actividades sociales en el seno de la población iraquí.
GARA |
En un comunicado hecho público por un lugarteniente de al-Sadr en Koufa, a 140 kilómetros al sur de Bagdad, el líder chií hizo saber que la resistencia quedará garantizada «exclusivamente» por un grupo especial de su milicia, el Ejército del Mahdi. «Continuaremos resistiendo al ocupante hasta la liberación o hasta la muerte. Éste grupo será profesional y será el único armado», añadió al-Sadr.
Presentado como una unidad de élite, «actuará sólo contra el ocupante y tendrá la prohibición de recurrir a las armas contra los iraquíes» añadió el líder chií. El comandante en jefe del Ejército del Mahdi, milicia conformada por 60.000 efectivos, realizó un llamamamiento a la mayoría de ellos «a jugar un papel social y religioso».
El anuncio de la reorganización de la milicia coincide en el tiempo con las negociaciones entre el Gobierno iraquí y Washington, al objeto de alcanzar un acuerdo en torno a la presencia militar estadounidense en el país árabe más allá de 2008, aunque el primer ministro iraquí, Nuri al-Maliki, afirmó ayer, durante una visita a Amann, que las conversaciones se encuentran en un impasse.
«Hemos llegado a una situación de impasse, porque cuando iniciamos las conversaciones desconocíamos que las demandas de la parte americana afectaban de una forma tan profunda la soberanía de Irak, algo que no podremos aceptar jamás», manifestó Nuri al-Maliki.
La resolución de la ONU que regula la presencia de tropas norteamericanas en Irak expira en 2008, por lo que los gobiernos de Bagdad y Washington han establecido el final del mes de julio para alcanzar un nuevo acuerdo. El actual primer ministro iraquí hace frente en la actualidad a una creciente presión de las facciones chiítas mayoritarias, al objeto de que limite la presencia militar de las fuerzas ocupantes en Irak.
Según informaciones periodísticas, las negociaciones tropiezan en cuatro puntos fundamentales; la inmunidad de los soldados estadounidenses y de los mercenarios de las compañías privadas de seguridad; el control del espacio aéreo iraquí; la permanencia de las bases militares de los ocupantes, y el calendario de reitirada de tropas.
Nuri al-Maliki reiteró que las negociaciones van a continuar «hasta que encontremos un terreno de entendimiento aceptable para ambas partes».
En un comunicado, Moqta al-Sadr anunció que una unidad de élite del Ejército del Mahdi actuará solamente contra el ocupante «y tendrá la prohibición de recurrir a las armas» contra los iraquíes.