Bilgune comienza la campaña por unas fiestas igualitarias
Es el quinto año que Bilgune Feminista organiza la campaña de verano para promover la participación de las mujeres en las fiestas y en su organización, y para trabajar contra las agresiones sexistas que aumentan en estos espacios. Explican que han dado pasos adelante junto con organizaciones y comisiones, aunque todavía queda mucho camino por recorrer.
Maider IANTZI |
Izaskun Guarrotxena y Miren Aranguren, en nombre de Bilgune Feminist,a presentaron ayer la campaña de verano en favor de unas fiestas populares e igualitarias. Los principales objetivos de esta iniciativa son garantizar la participación de las mujeres en las fiestas y en su organización, y acabar con las agresiones sexistas que aumentan en estos espacios. Este organismo recorre el camino hacia esos fines de la mano de las comisiones de fiestas y los agentes que trabajan en la organización.
Si echan la vista atrás, se percatan de que están avanzando, de que en los pueblos que se han adherido a su proyecto está aumentando la participación de las mujeres en las fiestas y en la organización de las mismas. Consideran que también se han dado grandes pasos en la prevención y en la respuesta ante las agresiones sexuales.
Como botón de muestra de este cambio en el modelo de fiesta, comentaron el caso de Altsasu, donde hasta hace poco en el «Kintoen Jaia» sólo bailaban los hombres, pero gracias a la presión del movimiento feminista y la voluntad de los jóvenes del municipio son cada vez más las generaciones de mujeres que salen a bailar ese día. Guarrotxena y Aranguren explicaron que este caso ayuda a esclarecer una importante variable que también se da en otras localidades: los objetivos son reales, pero cuesta cambiar las cosas si no hay un grupo feminista o alguien que incite a ello.
«Euskal Herriko Mapa Beltza» es la representación gráfica que quieren dibujar con la ayuda de la ciudadanía. En ese mapa situarán las localidades cuyas celebraciones tengan rasgos sexistas. Para comenzar, han escrito los nombres Donostia, Irun y Hondarribia, porque la tamborrada y los alardes son conocidos y significativos.
«Un pueblo, un alarde»
El alarde de Irun se celebrará en breve, y las portavoces de Bilgune Feminista no quisieron dejar pasar la oportunidad de recordar que después de doce años el conflicto sigue sin resolverse. «Tanto el Ayuntamiento de Irun, como el de Hondarribia, no dudan en pisotear los derechos más básicos de las personas para mantener los votos», denunciaron. Además, expresaron que los alardes de hoy continúan apostando por los valores tradicionales más reaccionarios. Por eso, seguirán exigiendo un alarde mixto y público hasta conseguirlo, reivindicando el lema «Un pueblo, un alarde». Quieren crear unas fiestas basadas en otros valores, tienen como objetivo una cultura y un modelo de fiestas basados en los valores feministas.
En lo que se refiere a las agresiones sexistas, indicaron que adquiriendo solamente medidas que limitan a las mujeres e incrementan el control policial no se soluciona el problema. Izaskun Guarrotxena y Miren Aranguren pusieron como ejemplo el caso de Baiona. «El alcalde de esta ciudad no tuvo ningún problema para culpar de las agresiones a las propias mujeres», criticaron.
¿Cómo se debe actuar ante las agresiones? Bilgune Feminista explicó que, por un lado, hay que trabajar para que no sucedan estos malos tratos, difundiendo propaganda en el municipio durante las fiestas; idenfificando los lugares peligrosos, encontrando soluciones para acondicionarlos o, si no es posible, señalizándolos correctamente; haciendo saber que no se toleran malos tratos; e impulsando iniciativas concretas: folletos, mapas de puntos negros... En caso de que suceda una agresión, Bilgune subrayó que hay que responder con movilizaciones populares, protegiendo a las mujeres, impulsando la marginación de los agresores, interpelando a las instituciones...
Por todo lo expuesto, llamaron a comisiones y agentes a que, cada uno desde su ámbito, aseguren la participación de las mujeres y luchen contra las agresiones sexistas, porque «garantizar a todas las personas la oportunidad de vivir las fiestas en libertad es responsabilidad de todos».
«Las tamborradas de Donostia y Azpeitia y los alardes de Irun y Hondarribia no son casos aislados de fiestas sexistas», señalaron. Remarcaron que es tiempo de analizar y eliminar de raíz el sexismo y la exclusión de las fiestas e iniciativas culturales.
Bilgune expuso los compromisos que, a su juicio, se deben adquirir para conseguir unas fiestas igualitarias. Las militantes feministas consideran que se debe confeccionar una lista con los grupos de mujeres de barrios y pueblos, pedirles que participen y acordar con ellos la forma de hacerlo. Propusieron que las competiciones sean mixtas, que entre los grupos de música o teatro haya unos cuantos compuestos por sólo mujeres, que se organicen actividades especiales para mujeres, y que desaparezcan de la programación las iniciativas excluyentes. Añadieron que hay que eliminar los componentes sexistas de la música, del lenguaje o de los carteles y la publicidad. Para que no haya más agresiones sexistas, destacaron la importancia de trabajar en la respuesta, y también en la prevención, eliminando los puntos oscuros. M. I.