El presidente de Venezuela, Hugo Chávez, expresó su rechazo «con toda el alma» a la directiva de retorno aprobada por el Parlamento Europeo, que criminaliza a los inmigrantes que no tengan los documentos exigidos y permite su detención hasta dieciocho meses. Advirtió de que los países que apliquen esta normativa no recibirán más petróleo venezolano y de que se revisarán las inversiones empresariales de los estados que pudieran adoptar esa medida, aunque abogó por esperar «a ver qué ocurre».

Chávez, en una comparecencia ofrecida junto a su homólogo paraguayo, Fernando Lugo, calificó de «indignante» y vulneradora de todos los derechos humanos y del derecho internacional la iniciativa, que calificó de «directiva del bochorno».

Confió en que los gobiernos europeos se pronuncien en contra de su aplicación y añadió que si la van a aplicar «¿para qué más cumbres con la Unión Europea?».

«Hay que rechazar con toda el alma esa llamada directiva de retorno (...) Ojalá nos pronunciemos en nombre de la dignidad de nuestros pueblos», dijo Chávez, quien achacó a la derecha europea la aprobación de la directiva, a la que también dieron su apoyo buena parte de los europarlamentarios socialistas.

«Vinieron legiones»

El mandatario bolivariano destacó, asimismo, que «habrá que recordarle a Europa» que «aquí vinieron legiones de europeos» en el siglo XX, cuando el Viejo Continente fue «cruzado por guerras intestinas y guerras mundiales». «Venían en barcazas (...) sin un centavo (...), pero ninguno de ellos fue maltratado ni retornado», agregó.

Minutos antes, Fernando Lugo manifestó también su repudio a la directiva al señalar que «la migración es un derecho internacional», y aseguró que ese rechazo «nos va a unir más a los pueblos de América Latina», unidad a la que apeló igualmente Chávez.