Artesanos de Nafarroa y los venidos de otros herrialdes exponen sus trabajos en la plaza de Castillo de Iruñea. Esta feria, que se lleva organizando durante años de la mano del colectivo de artesanos Naparlur, se abrió el pasado jueves y se clausurará mañana. Durante estos días se han podido conocer y adquirir los trabajos de hasta 31 artesanos, que elaboran productos de calidad con sus propias manos y con todo tipo de materiales como cerámica, vidrio, madera, seda, lana, metal, cuero, cera... construyendo a partir de esos materiales una gran diversidad de objetos: telas con dibujos pintados, modernas joyas de metal y vidrio, abanicos de seda, bolsos de cuero de diverso colorido, muñecos de animales de lana, piezas de muebles de hierro, cuadros y relojes con pinturas en vidrio, hamacas elaboradas con cuerdas... además de quesos, dulces, chorizos y licores de la gastronomía artesana.

En los puestos de artesanía una simple lámpara se convierte en todo un objeto de arte, con sus originales formas obtenidas trabajando el vidrio y con los colores plasmados en el mismo; las materias primas tradicionales se convierten en modernos objetos de decoración o de uso doméstico. Una especialidad destacada de la feria es presenciar labores tradicionales. Estos artesanos son los que han posibilitado que hoy en día podamos conocer el hilado de lana, el encaje de bolillos o el tejido con telar, actividades de las que se puede disfrutar estos días en la Plaza del Castillo.

La feria: un trato directo

Ayer un grupo de señoras se hallaba sentadas a la sombra, cada una concentrada en la delicada pieza de encaje de bolillos que trabajaba, sin por ello dejar de atender a todos los que se acercaban a contemplarlas, fascinados por la laboriosidad de esta práctica ya en desuso. Lo mismo ocurría con la joven que hilaba la lana en una rueca de madera.

Tal y como señalan desde Naparlur, «es el propio artesano el que presenta su trabajo creando así un contacto directo que posibilita al público información y encargos personalizados». Señalar que «miramos la artesanía como una expresión cultural que no queremos dejar perder».