EUROCOPA | Cuartos de final
La suerte de los once metros coloca a Turquía en semifinales
Toda la emoción del partido llegó en el último suspiro. A un minuto del final de la prórroga, Klasnic adelantaba a Croacia y, segundos después, Semih empataba para Turquía. En la ruleta rusa de la tanda de penaltis, la suerte sonrió al combinado otomano.
Amaia U. LASAGABASTER | DONOSTIA
Cómo es el fútbol. Croacia se metió en semifinales de la Eurocopa a un solo minuto de que acabase la prórroga y acabó haciendo las maletas. Lo celebra Turquía que, tras sus malas experiencias en las últimas grandes citas -ni siquiera se clasificó para el Mundial de 2006-, sueña con reeditar el éxito de Corea y Japón 2002, cuando alcanzó el tercer puesto.
Lo va a tener más difícil que nunca, porque se enfrentará a Alemania sin cuatro de sus titulares indiscutibles por sanción y la duda de Nihat, que ayer acabó lesionado.
Toda la emoción posible de unos cuartos de final de la Eurocopa se concentró en un puñado de segundos, los que van desde el último minuto de la prórroga hasta la tanda de penaltis. Un suspiro que, sin embargo, fue suficiente para que tanto croatas como turcos tocaran el cielo y descendieran a los infiernos.
En el último minuto de la prórroga, Ivan Klasnic parecía evitar los penaltis al rematar a gol un servicio de Modric, listo ante la mala salida de Rustu. Pero los balcánicos no tuvieron tiempo ni de celebrarlo porque, en la prolongación, Rustu este envió un balón larguísimo y Semih controló al borde del área para batir a Pletikosa y colocar de nuevo a su equipo en el camino de las semifinales.
Paso que Turquía confirmó en una tanda de penaltis que ni siquiera hizo falta completar. De los cuatro primeros lanzamientos croatas, sólo acertó Srna, frente al pleno de su rival.
Antes, los 120 minutos de partido habían ofrecido un poco de todo. Empezó bien Turquía, dominando, aunque era Croacia el que, con cuentagotas, desbordaba con mayor claridad. Olic, con un disparo que se fue al larguero tras una preciosa combinación y un fortísimo disparo de Mehmet Topal fueron las acciones más destacadas del primer tiempo. En la reanudación, el miedo a perder empezó a ganar terreno y el choque fue cayendo en la apatía, aunque en la recta final, el equipo de Slaven Bilic pareció revivir. Rustu evitó que un buen remate de Olic y dos faltas muy peligrosas botadas por Srna decantasen el partido.
Con la prórroga llegó un nuevo cambio de papeles. Esta vez fue Turquía la que pareció no querer jugarse la clasificación en la tanda de penaltis, mientras su rival empezaba a sufrir. Tunkay y Semih rozaron el gol pero hubo que esperar para que éste llegase, por partida doble y en ambas porterías, en un último minuto de infarto.
