Iñaki Badiola utilizó un supuesto informe de la due diligence para satisfacer el deseo de los aficionados de escuchar que el problema económico de la Real estriba en que alguien ha cogido dinero del club. Al no poder satisfacer las expectativas en lo deportivo, intentó hacerlo en este terreno, sin trasmitir con claridad que el gran problema del club ha sido vivir por encima de sus posibilidades con una política de fichajes y unos gastos en traspasos y fichas inasumibles, lo mismo que ha hecho él.

Para ello utilizó la doble contabilidad que la Real tenía hasta el 2005 para trasmitir números y supuestas irregularidades que en muchos casos eran falsas o manipuladas. Si ayer recogíamos las mentiras y engaños en su exposición sobre los gastos de su gestión económica, cuando todo se puede demostrar documentalmente con facturas y contratos, en un terreno en el que no los hay la credibilidad de lo que dijo el martes es nula. Por lo que ha llegado a este medio, entre esos pagos no habría elementos que permitan imputar a nadie la apropiación indebida de dinero y cualquier denuncia sólo perjudicaría a la Real.

Cuestiones secretas

GARA ha podido confirmar tras hablar con personas que han estado en el club en los mandatos a los que se ha rodeado de la sospecha cómo se hacía ese dinero negro, y la parte de verdad, de mentira y de engaño en lo que dijo Badiola. Pero no va a hacer pública ninguna información al respecto por la misma razón por la que no desvelará el destinatario del pago de los 150.000 euros por el que fue preguntado por dos veces el Consejo en la Junta: porque éso puede perjudicar al club.

Sólo se puede decir que casi todos los clubes de fútbol manejan dinero negro. Los profesionales lo hacen sobre todo para pagar a sus jugadores una parte importante de sus contratos y reducir los impuestos, y para casos en los que no se pueden ofrecer pruebas del pago, fundamentalmente para primas.

La Real ha sido históricamente el club que porcentualmente menos dinero negro habrá movido porque no hay empresarios en Gipuzkoa que utilicen al club para limpiarlo como en otras ciudades, donde equipos con menor presupuesto fichan jugadores mucho más caros con este dinero libre de impuestos.

El club blanquiazul debía recurrir a otra vía para tener un mínimo de dinero negro. Con la entrada de Fuentes en el 2005, decidió ponerle fin y acabó con la doble contabilidad, lo que provocó un problema el pasado año cuando para evitar el descenso se quería recurrir a las primas a terceros. Si los aficionados supieran todo lo que pasó, los mismos que se escandalizaron el martes exigirían que se recuperara esta vía. Lo más grave y triste es que la Real parece que acabará en los tribunales por este tema y los consejeros de Badiola tienen quizás más que temer que los anteriores.